Tribuna Campeche

Diario Independiente

Estado autoritario, dictatorial y represor

GOBIERNO DE LAYDA HOSTIGA A MEDIOS INDEPENDIENTES DE COMUNICACIÓN

El Gobierno de Morena ha transformado a Campeche en un Estado autoritario, dictatorial y represor con las agresiones, persecución y hostigamiento a los medios independientes de comunicación, periodistas, críticos y opositores al nuevo régimen sansorista, lamentó el secretario regional del CEN del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Alonso García Hernández.
Campeche, subrayó, se ha convertido en el Estado más peligroso del país para el ejercicio periodístico y para los opositores del Gobierno de Morena que encabeza la gobernadora Layda Sansores San Román, al usar a las instituciones de impartición y procuración de justicia de manera facciosa para acallar a las voces críticas.


“Como si fuera un estado de guerra, Campeche es considerado como el Estado donde las libertades han sido suprimidas, la ley no existe y las instituciones se han corrompido a los intereses mezquinos al poder de la gobernante”.


El combate a la corrupción es simulación, pues ahí están Raúl Pozos Lanz, titular de la Secretaría de Educación (Seduc), y Armando Constantino Toledo Jamit, encargado de la Oficina de la Gobernadora, quienes fueron exhibidos recibiendo fajos de billetes de alta denominación en una oficina de Palacio de Gobierno, pero no reciben ningún castigo, y en vez de ser destituidos recibieron el cobijo del manto de la impunidad de Layda Sansores.


García Hernández señaló que la Fiscalía General del Estado (FGE) está al servicio de los caprichos de Layda Sansores, mientras el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) es el ejecutor de las venganzas y revanchismo contra los críticos.


“Los campechanos están en la indefensión, las leyes son aplicadas a modo y las instituciones del Estado están sometidas a los intereses perversos y mezquinos del Poder Ejecutivo. La justicia selectiva es predominante y la corrupción se arraiga en el Gobierno de Morena. La administración pública y la fuerza del Estado han demolido los derechos de libertad de expresión”.

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