Con 1.5 millones de hectáreas de conservación y la creación de la región “Gran Calakmul”, el Estado de Campeche albergará la reserva de selva tropical más grande de México y la segunda más amplia después del Amazonas, resaltó la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores González.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que el Tren Maya es más que una vía y vagones. Es un proyecto integral para impulsar el turismo, reconectar las comunidades, fortalecer el medio ambiente, generar desarrollo y dar felicidad a la gente.
Es absolutamente responsable con el ambiente, pues lo acompaña el programa de reforestación más grande del mundo, que es Sembrando Vida, el cual siembra 50 millones de árboles frutales y maderables en el sureste mexicano, aseguró.
A lo largo de sus más de mil 500 kilómetros se garantiza que la riqueza natural y el territorio se conserven para el bienestar de las comunidades. Se reubicaron más de 832 mil ejemplares de plantas en 29 viveros, cerca de 40 mil ejemplares fueron reubicados entre mamíferos, arácnidos, anfibios, reptiles, y aves En toda la ruta se construirán 545 pasos de fauna, como en ningún proyecto que se tenga memoria, así como obras de drenaje para el flujo del agua.
Albores González informó que actualmente se están creando nuevas áreas naturales protegidas para la conservación ambiental. Uno es la región “Gran Calakmul”. Será la reserva más grande de selva tropical del país y la segunda reserva terrestre después de las amazonas en Brasil. Su importancia radica en que estará junto al área natural protegida Laguna de Términos. Con este proyecto se logrará la conectividad biológica .
Se sumará a las 20 Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC) con 152 mil 657 hectáreas, con Calakmul II del ejido Plan de San Luis, con las reservas de Balam Kin y Balam Ku, y el corredor biológico para poblaciones de jaguar Balam-Beh.
Agregó que en el caso del cambio climático, de 2019 al 2030 se estima una mitigación total de 33.07 millones de toneladas de bióxido de carbón, ya que el Tren Maya sustituye el uso de vehículos de combustión interna para el traslado de pasajeros y para el movimiento de carga. Se impulsará la electrificación y uso de diésel ultra, con bajo contenido en azufre.
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