Tribuna Campeche

Diario Independiente

Promueve Smapac campaña de terror

Pagas agua que no es potable: Santisbón.

El Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarilla- do de Campeche (Smapac), mantiene una campaña de terror contra los usuarios y empresas que por diversas causas no han podido pagar el suministro del líquido, denunció José Manuel San- tisbón Rivero, directivo del Frente Cívico Moch-Cohuó- Gutiérrez.

“Esta acción la implementó Eliseo Fernández Montúfar, quien incrementó estratosféricamente el cobro por el suministro de agua entubada y llena de sarro”.

Detalló que “en 1991 se pagaba 15 pesos la cuota por año, fue aumentando incontrolablemente trienio con trienio, pero en la administración de Fernández Montúfar el incremento fue del 200 por ciento, llegando el pago a más de mil pesos”.

Pero, además, —especificó—, no es agua potable, es agua entubada y llena de sarro que apenas y llega a las viviendas, porque a cada rato hay cortes del suministro por diversas fallas.

Y ahora, a pesar de la situación económica y ante la temporada de calor, el Smapac ha implementado el terror, porque eso es lo que la gente siente, al ser amenazada por llevar a cabo el corte a los usuarios y a las empresas, y dejarlos sin el vital líquido.

“No están dando el servicio como debe de ser, porque si te cobran por agua potabilizada pues entonces que pongan plantas potabilizadoras para que sea agua de calidad, no entubada y llena de sarro”.

Ahora bien, el Smapac actúa con dolo al cobrar a fuerza y cortar el servicio por agua de mala calidad, porque el Ayuntamiento de Campeche recibe recursos federales para el mantenimiento de los cárcamos de rebombeo y para las líneas de agua potable, y si son obras más grandes, para eso está la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Campeche (Capae).

En una ocasión me dijo el dirigente del Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, que no recibe la Comuna di- nero federal para agua potable, y por supuesto que sí les dan, el dinero que ellos cobran a los ciudadanos es a fondo perdido, porque no sa- bemos dónde se queda.

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