Desalojados del predio San Eduardo permanecen plantados en el Palacio de Gobierno, enfermos, con hambre y en precarias condiciones, sin que la gobernadora Layda Elena Sansores San Román muestre voluntad para solucionar el conflicto.
Niños, mujeres, adultos mayores y hombres sufren los efectos de su lucha bajo las condiciones climáticas de intenso calor en el día y lluvias en la tarde: la mayoría se ha enfermado de infecciones respiratorias. Los varones se turnan para trabajar, para no dejar solos a los más vulnerables.
La comida escasea, apenas sobreviven con lo poco que personas altruistas donan. Algunos los han apoyado con ropa, porque sus pertenencias se quedaron en sus casas cuando fueron desalojados por más de 100 elementos ministeriales y de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
Y advirtieron que analizarán emprender otras acciones y movilizaciones, ya que después de tres semanas de estar plantados en el Palacio de Gobierno, no han sido escuchados. La gobernadora hace como que no existen, no los ve.
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