Tribuna Campeche

Diario Independiente

Gobernadora evade hablar de denuncia

La gobernadora Layda Elena Sansores San Román evadió responder sobre la denuncia que interpuso la Auditoría Superior de la Federación ante la Fiscalía General de la República (FGR), por el presunto desvío de dos mil 941 millones de pesos, en que estarían involucrados el exgobernador Carlos Miguel Aysa González, el secretario de Gobierno, Armando Constantino Toledo Jamit y la exsecretaria de Finanzas, América Azar Pérez, su sobrina política.

La gobernadora Layda Sansores no sólo no portó el tradicional traje de campechana durante el evento por el aniversario de la fundación de la Villa de San Francisco de Campeche, sino que tampoco participó en la “Marcha Campechana” que se realizó por la tarde.


Sansores presidió ayer la ceremonia conmemorativa del 483 aniversario de la fundación de la Villa de San Francisco de Campeche, celebrado en al astabandera monumental de la avenida Costera, donde con toda la solemnidad de la ocasión izaron el pabellón con el escudo de armas del Estado.


Autoridades civiles y militares observaron las maniobras, que como todos los lunes estuvo a cargo de elementos de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC).
Después de entonado el Himno Campechano y los integrantes del Ballet Folclórico del Estado de Campeche bailar una de las piezas musicales típicas de Campeche, sorpresivamente la guanajuatense secretaria de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, pronunció el mensaje oficial. Sólo hizo notar que el astabandera está torcida y tartamudeando leyó datos históricos de la creación de la Villa de San Francisco de Campeche.


A Sansores San Román la acompañó su hermana Laura, presidenta del Sistema DIF Estatal; los secretario de Gobierno, Armando Constantino Toledo Jamit; de Salud, Josefa Castillo Avendaño; y de Turismo, Mauricio Arceo Piña, y el fiscal general del Estado, Renato Sales Heredia.


Al término del evento se trató de entrevistarla, pero fue conducida presurosamente a su camioneta por el personal armado que la cuida y miembros de Comunicación Social. Sólo miró de reojo a los reporteros, esbozó una mueca que quiso aparentar como sonrisa, y apresuró el paso.

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