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Miles admiran eclipse

No se oscureció el cielo como se esperaba y duró poco el fenómeno

Miles de campechanos y turistas admiraron ayer el eclipse anular en los 13 Municipios y en las zonas arqueológicas de Edzná y Calakmul, donde habilitaron espacios y equipos para observar el fenómeno astronómico, que duró en plenitud poco más de cuatro minutos, y sin embargo no oscureció el cielo en ningún punto del Estado.


A las 9:45:20 horas inició el eclipse solar, y aunque el cielo estuvo con nubarrones, se apreció en su cumbre, a las 11.22:18 horas, cuando la etapa anular se vio y concluyó a las 11:26:50 horas.
Sólo cuatro minutos 31 segundos duró el eclipse anular, suficientes para arrancar exclamaciones de asombro, alegría y aplausos de miles de personas que lo presenciaron desde la ciudad amurallada de Campeche.


Por todo el malecón “Pedro Sáinz de Baranda” niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, que en familia, con amigos, en patines, casas de campaña, con sus mascotas, dentro del mar, se prepararon para observar el fenómeno astronómico.
Desde cockteleros hasta el fuerte de San Miguel, las fuentes danzarinas, “Papá luchón”, parques Moch Cohuó y Principal, baluarte de San Carlos, calles del Centro Histórico, mercado Sáinz de Baranda y en general por toda la ciudad, las personas se detuvieron a presenciar el eclipse, que en Campeche se apreció con claridad.


En el césped, sillas, sobre el barandal del malecón, con lentes desechables, cámaras dotadas de filtros especiales, telescopios, filtros elaborados en casa a base de cajas de zapatos, celulares, vidrios oscuros, lentes de soldador y muchos artefactos más, los observadores se las ingeniaron para ver al sol ser cubierto por la luna.


El fenómeno astronómico del “anillo de fuego” —llamado así porque la luna, en su punto más lejano de la tierra, no logra cubrir completamente al sol, crea el anillo dorado o de fuego—, arrancó el asombro especialmente de los niños, que por vez primera observaron un suceso de tal naturaleza.

EN EDZNÁ
Entre plegarias a Kinich Ahau —el dios sol de los mayas—, el sonido del tunkul, la caracola y las tamboras, miles de personas atestiguaron en el centro ceremonial maya de Edzná el eclipse anular de sol, cuyo punto máximo se prolongó por cuatro minutos, aunque el cielo no se oscureció.
Desde las 9:50 horas, jóvenes del grupo de danza independiente Quetzal, ataviados con indumentarias mayas, encabezados por el xmen —brujo— de Yax Ha, Julio César Delgado Cruz, iniciaron el ritual de “bienvenida al señor sol”. Bailaron en las escalinatas del edificio de los cinco pisos y oraron en maya por la salud y el bienestar de los presentes.

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Otros grupos practicaron yoga en la explanada o cancha de pelota ubicada entre los edificios mohoch nah (casa grande) y el templo principal conocido como casa de los cinco pisos.


Edzná recibió a miles de turistas e investigadores de varias partes del país y del extranjero. Hubo representantes de la NASA atraídos por la información de que en esta zona arqueológica del centro del Estado de Campeche, ubicada en medio de la selva, se apreciaría en plenitud el eclipse anular de sol.
Alrededor de las 11:24 horas la luna cubrió casi en su totalidad al sol y permitió ver, con lentes certificados y equipos especiales, el eclipse anular. Entre aplausos, oraciones en maya y el sonido del tunkul, también hubo expresiones de decepción de decenas de personas que esperaban que el día se oscureciera, lo que no ocurrió.


Personal del INAH estimó que entraron a esta zona arqueológica unas cuatro mil personas, de las cuales dos mil 300 pagaron 90 pesos por boleto, aunque hubo acceso libre a maestros y estudiantes con credencial, gente de la tercera edad, investigadores y representantes de medios de información.

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