Pará, Brasil._ La jueza Clarice de Andrade resolvió enviar a una joven de 15 años a una celda junto a 30 hombres, por ser acusada de robar un celular en noviembre del 2007.
Después de transcurrida dos semanas las joven fue llevada de nuevo ante la sala de la jueza, quien solo impuso volverla a la misma celda.
Según información de la prensa que cubrió el caso, durante todo ese tiempo la menor sufrió todo tipo de abusos por parte de los detenidos, quienes la violaron en repetidas ocasiones, además de pegarle cigarros en el cuerpo para evitar que se quedará dormida.
Dos semanas después de la detención de la jovencita, la magistrada recibió un oficio «en carácter de urgencia» en el que solicitaban la transferencia de la adolescente, ya que corría «riesgo de sufrir cualquier tipo de violencia». Sin embargo, pese a la gravedad del caso, respondió al pedido 13 días después.
Por lo que la jovencita solo puedo salir del infierno que vivió, gracias a unos de los mismos detenidos quien se dispuso a confesar frente al Consejo Tutelar las torturas de las que la menor fue víctima.
Ante todo esto la jueza dijo en su defensa que había delegado a un subordinado del juzgado la tarea de comunicar el traslado, lo cual fue desmentido por los funcionarios y comprobado como falso en las pericias realizadas en las computadoras locales.
A todo esto El Consejo Nacional de Justicia de Brasil decidió castigar con dos años de suspensión, y con goce de sueldo, a la jueza Clarice de Andrade.
Fuente: EDB
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