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Supervivientes de mortal terremoto piden ayuda

El número de fallecidos se elevó a 2 mil 122 y el de heridos a 2 mil

MARRUECOS (Reuter).- Los supervivientes del terremoto más mortífero de Marruecos en más de seis décadas trataban ayer de encontrar comida y agua, mientras la búsqueda de desaparecidos continuaba en pueblos de difícil acceso y parecía probable que el recuento de fallecidos, más de 2 mil 100, siga aumentando.
Muchas personas se preparaban para una tercera noche a la intemperie tras el sismo de magnitud 6,8 que sacudió el país a última hora del viernes.
Una réplica de magnitud 3.9 sobresaltó a los marroquíes ayer mientras rezaban por las víctimas, mientras soldados y cooperantes llevaban agua y suministros a poblados de montaña en ruinas.
Los trabajadores de socorro se enfrentan al reto de llegar a las aldeas más afectadas del Alto Atlas, una escarpada cordillera montañosa donde los asentamientos suelen ser remotos y donde muchas casas se derrumbaron.
El número de muertos se elevó a 2 mil 122 y el de heridos a 2 mil 421.
Los daños causados al patrimonio cultural marroquí se hicieron más evidentes. Medios de comunicación locales informaron del derrumbe de una mezquita del siglo XII de gran importancia histórica.
El sismo también dañó partes del casco antiguo de Marrakech, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En Moulay Brahim, un pueblo cercano al epicentro, a unos 40 kilómetros al sur de Marrakech, los residentes describieron cómo habían sacado a los muertos de entre los escombros con sus propias manos.
“Perdimos nuestras casas y también perdimos gente. Llevamos durmiendo como dos días fuera”, dijo Yassin Noumghar, de 36 años, otro residente de Moulay Brahim.
“No hay comida. No hay agua. También hemos perdido la electricidad”, y añadió que hasta ahora había recibido poca ayuda del Gobierno.
“Lo único que queremos es que el Gobierno nos ayude”, dijo, expresando la misma frustración que otros.
En su pueblo se estaban llevando a cabo algunos intentos de auxilio. Los residentes dijeron que las donaciones de alimentos estaban llegando de amigos y familiares que viven en otros lugares. Ayer por la mañana se distribuyeron queso, pan y bebidas calientes en la mezquita.
Se levantaron tiendas improvisadas en un campo de fútbol de tierra.

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