De nada ha servido la denuncia que interpusiera Ananías Aké Poot ante el Ministerio Público (MP) por el intento de homicidio que sufriera la noche del 24 de diciembre de 2013.
Según refirió, fue herido a manos de Ángel Eduardo Buenfil Garrido, quien lo atropelló con una camioneta y al ver que no lo mató, le disparó 4 balazos.
Para su fortuna, relató, el atacante no le logró atinar, pero se quedó tirado desangrándose; sólo contó con el apoyo de Pedro Espinosa que habló a la policía.
Informó que desde entonces tiene lisiada la pierna y el tobillo, y todavía tiene los clavos que le pusieron debido a que el hueso se le quebró.
Jorge Enrique Patiño Uc, agente del MP sigue diciendo que no hay delito alguno, pese a la condición de Ananías.
La policía lo puso a disposición de las autoridades ministeriales, pero estaba tan grave que lo pasaron a Campeche, y tan pronto estuvo bien, en marzo, expuso su denuncia en el MP, para que le pagaran los gastos y las operaciones. Ángel Eduardo Buenfil Garrido sólo llegó con Patiño Uc y le entregó 50 mil pesos.
“No me han podido operar aún”, dice mientras enseña cómo le quedó deforme la pierna “pero no importa, sólo quiero poder caminar para trabajar”.
Afirmó ser indígena de la zona de Camino Real; asegura que le fue mal sólo por no hablar casi español y caerle mal a Buenfil Garrido.
“Se han estado burlando de mi porque soy indígena, nunca me pusieron algún traductor o un abogado para guiarme en la denuncia —denuncia que nunca fue levantada—.
Le dieron un acta que dice Expediente CH/Champo./ 2013 y sólo está ahí lo que declaró y los recibos de algunos gastos que presentó, pero la declaración del presunto inculpado no apareció por ninguna parte.
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