CHAMPOTÓN.— Si bien el sector pesquero pasa por una mala racha, mucho de ello debido a la baja captura, aunado con el tema del Covid-19, lo cierto es que con el ingreso del frente frío número 60, la situación se terminó por agravar para los hombres de mar.
De ahí entonces que las más de 300 embarcaciones con permisos de pesca de escamas, que están distribuidas en los respectivos frentes y por algunos permisionarios libres, permanecieron en el puerto de abrigo.
Así lo informaron los pescadores Pedro Morales, Francisco Ancona, Lucio Quetzal y Héctor Aguilar Cosgalla, quienes coincidieron en que la actividad ribereña, en efecto, “pinta un tanto complicada”.
Ayer el reducido grupo de pescadores que salimos al lanceo, no pudimos a hacerlo. Aunque es probable que mañana lo hagamos ya que no hay marea alta, por lo que volveremos a salir.
“La situación está complicada, el pescador casi no sale porque no hay compradores, el lanceador gasta hasta mil pesos en combustible y 300 pesos en hielo. Para lo que capturan, no es redituable”.
El Covid- 19 afecta pero tenemos que seguir trabajando para ganar aunque sea unos centavos, pues se tienen que solventar varios gastos, sobre todo llevar el sustento a nuestras familias, puntualizaron.
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