HOPELCHÉN.— La tradición se impuso a las disposiciones municipales, pues aunque en Hopelchén no hubo oficialmente Carnaval, decenas de cheneros organizaron la tradicional Pintadera, que marcaría la conclusión del periodo carnestolendo.
Con esta única celebración, los ciudadanos pretendieron mantener la costumbre de la vistosa guerra de pintura, por lo que en la colonia San Román ocurrió la mayor concentración de vecinos para esta celebración.
Decenas de familias cerraron un carril de la avenida Desiderio Ortegón Cahuich, para disfrutar del ambiente festivo que incluyó música viva, batallas de pintura y que se prolongó hasta la tarde noche para concluir con el típico concurso del toro petate.
Niños y adultos se vieron involucrados en esta festividad que también organizaron en la colonia San Isidro las familias Canché Tacú, Ríos Barrera, Canché Che y Ríos Koh, de la calle 23-B, que no quisieron dejar pasar la oportunidad de al menos realizar el Martes de Pintadera.
Representantes de medios de comunicación que acudieron a los sitios de celebración también fueron pintados y hasta el cierre de la información, no se reportó ningún incidente violento.
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