De tres mil cabezas que quedan en Cancabchén, peligran 300
HOPELCHÉN.— Han muerto 20 cabezas de ganado en Cancabchén por la sequía, debido a que la gobernadora Layda Sansores San Román no apoya con forraje y melaza para alimentar los hatos.
Denunció lo anterior el comisario municipal Jorge Mario Várguez Tec, y añadió que de tres mil reses que quedan en la zona, 300 están en riesgo de perder la vida.
“Nunca antes la sequía había pegado tan fuerte como en esta ocasión. Los productores están desesperados porque no pueden alimentar a sus animales”, abundó.
Deben llevar agua y comida a sus potreros, que están a 10 kilómetros de distancia. Quienes no tienen camioneta deben pagar de 700 a mil pesos.
El ganado ha bajado de peso, están flacos y nadie los compra. Así no podemos obtener ganancias para enfrentar la crisis.
“Por otra parte, en la localidad hay 200 jagueyes, pero apenas unas 10 tienen poco agua. De seguir el estiaje esos estanques se van a secar por completo”, puntualizó.
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