SEYBAPLAYA.— A dos años de desgobierno, seybanos consideraron que la situación sigue igual de jodida y hubo quienes tildaron de ladrona a la alcaldesa priísta Cinthya Velázquez Rivera, a la que exigieron que mejore los servicios públicos como recoja de basura, pavimentación de calles y alumbrado público y le reclamaron acciones de apoyo a los sectores productivos.
Román Rodríguez Talango, integrante de la Junta Municipal de Seybaplaya en 2019, aseguró que a Cinthya “nadie la quiere, y en cambio queremos que desaloje la Presidencia, por ladrona”.
El declarante recordó que ella se robó el equipo de trabajo y herramientas que tenía la Junta Municipal, y desapareció más de 300 mil pesos por concepto de aguinaldos de la base trabajadora que dio de baja en Champotón. El desempeño de Velázquez es pésimo, y ganó la Presidencia por robarle votos a Morena.
Miguel Ángel Rodríguez lamentó que todo siga igual de “jodido”, como cuando Seybaplaya tenía el rango de Junta Municipal. Hace falta un montón de cosas, empezando con la más apremiante, que en este caso sería el bacheo y la pavimentación. Dejamos para otra ocasión los rubros de empleo, seguridad y salud.
Puso de ejemplo la calle 14, la cual dijo enviaron a reparar debido a los festejos patrios. También bachearon calles aledañas a la plaza, sólo por conveniencia, porque llevaban meses en malas condiciones.
Aída María Casanova, aunque manifestó que Cinthya está trabajando, le sugirió que refuerce la seguridad. Este año los amantes de los ajeno tocaron a la iglesia de Seybaplaya. Los robos son constantes. Hace falta más vigilancia, señaló la moradora de la colonia Tizimín.
El agua potable, agregó, igual fue un problema muy recurrente este año. Mucho de ello también por culpa de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Sheila Rodríguez, de la colonia Cristo Rey, resaltó las fallas recurrentes en la recolecta de basura, agua potable y electricidad, y exigió que se mejoren estos aspectos, así como de otros servicios públicos.
Tampoco hay apoyos para la pesca ribereña, incluyendo al charal, oficio del que dependen más del 60 por ciento de las familias seybanas, el resto de la caña, el comercio y la burocracia, pero no se han visto programas y acciones para auxiliar a estos sectores, señalaron los ciudadanos.
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