Altares, según posibilidades económicas
TENABO.— Como es costumbre cada 31 de octubre, decenas de hogares recibieron a los pixanitos con rezos y ofrendas consistentes en puchero, pollo encebollado, dulces, frutas, pozole y chocolates.
Velas de colores y manteles con decoraciones infantiles destacaron en los altares de las familias, entre ellas la conformada por Luis Alberto Pacheco y Amayra Catzín Estrella.
Carmen Canul Pech, María Euán Herrera y la familia Canul Euán dijeron que cada año reciben a sus difuntos pequeños de acuerdo con sus posibilidades económicas.
Dedican rosarios familias cheneras
HOPELCHÉN.— Fieles a la tradición, cheneros de la cabecera municipal honraron la memoria de sus familiares que fallecieron siendo niños, mediante ofrendas en los altares.
Al mediodía, las familias colocaron flores de cempasúchil, velas de colores, dulces, silbatos, leche, frutas y el tradicional puchero de gallina y puerco.
En las viviendas, como de la familia Sonda Uicab, rezadoras dedicaron el rosario a todas las almas pequeñas, mientras que la familia Koh Medina montó el altar para su difunta hija María José.
La tradición también sigue arraigada en la zona rural.
GASTARÁN HASTA 4 MIL PESOS
Pese a la crisis económica, cheneros recordarán a sus fieles difuntos durante los tres días que dura la celebración, misma que empezó ayer con los pixanitos.
Rosalía Sosa Ku, Melba González Caballero, Martha María Chan Cob, Víctor Dzul Cabrera, María Dolores Toraya Crespo y Rovirosa Novelo Peralta estiman gastar de mil a los cuatro mil 500 pesos, que estuvieron ahorrando desde hace un mes.
Melba González dijo que colaboran entre hermanos y sobrinos, y ella cooperaría con mil 500 pesos.
Perdura tradición del 31 de octubre
HECELCHAKÁN.— El 31 de octubre, dedicado a las almas pequeñas, no pasó inadvertido para las familias, que se organizaron con tiempo para colocar sus altares, en las que predominaron velas de colores, frutas e incienso.
“Este día siempre es especial por las almas de nuestros niños, les ponemos el altar con puchero, pan y dulces tradicionales” manifestaron Alma Rosa Chi Damián, Elena Collí Maas y Diana Chi Collí.
Desde las primeras horas de ayer comenzaron a preparar la mesa para el altar, donde también colocaron silbatos de barro.
Señalaron que esta tradición es herencia de sus padres, y es una forma de recordar a sus familiares difuntos.
Llaman a los pixanitos con sonido de silbatos
DZITBALCHÉ.— Decenas de familias recordaron a los niños que se adelantaron en el viaje eterno, a quienes ofrecieron altares con su comida favorita.
En esta celebración se acostumbra a que infantes de la vivienda soplen los silbatos de barro frente al altar, para llamar a los pixanitos. Asimismo se encienden velas de colores.
Doña María Chi May comentó que generalmente ofrecen caldo de gallina con fideos, e inclusive se puede hacer el frijol nuevo o el alimento que alcance su capacidad económica.
En el mercado principal “Fernando Turriza Peña” se establecieron decenas de comerciantes para ofrecer dulces, panes, carne y otros alimentos para los altares. El frijol xpelón se cotizó en 30 y 80 pesos por bolsa.
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