Don Miguel Ángel Torres es un humilde vendedor ambulante de saborines, quien tuvo que pagar 542 pesos en un permiso para poder vender sus productos durante semana santa, en el balneario Payucán.
Usuarios de redes sociales han considerado excesiva esta tarifa impuesta por el ayuntamiento de Seybaplaya, ya que solo es válida por una semana, y sus ganancias de don Miguel Ángel se irán en el pago de este impuesto. Por ello, han emprendido una campaña para pedir que le compren si lo ven en el balneario, ya que es una persona de la tercera edad y tendrá que trabajar largas jornadas para poder recuperar el pago, y obtener su sustento diario.
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