Irregularidades, traiciones, pérdida de ética, si es que hubiese, favores que luego se cobran, dinero que llega caído del cielo, cambios en el hábito de vida, un mejor lugar para vivir, así como modernos autos para viajar, sin que el combustible afecte la economía.
Cuando se trabaja para el Gobierno y se está muy cerca del poder, se ocultan errores, se tapan todos con la misma sábana para que nadie diga nada. Con el paso del tiempo todo se descubre y cuando el poder se acaba, los trapitos sucios salen a la luz.
Situaciones de esa naturaleza se viven en todos lados, donde se cubren los actos no permitidos, mientras eso ocurra, los más afectados serán los ciudadanos y los partidos que abanderan a gente que al final siembra desconfianza y rencor contra aquellos que desde el poder hicieron fortuna, riquezas amasadas que denigran a la política y alimentan la miseria.
Los pobres seguirán siendo eso, y si algún colado se fuera a la política, la casta divina de esta tierra no lo vería con buenos ojos, no puede entrar al círculo de la opulencia alguien que no es del grupo en el poder y que sólo alcanzó a llegar por su trabajo, disciplina y lealtad, algo de lo que los de arriba poco saben.
Candelario Pérez Madero
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