La primavera ha llegado, el brillo matinal arriba con alegría, el verdor de los árboles enciende la frescura, las aves abrazan las corolas y el cielo luce esplendoroso. Todos los días hay motivos para celebrar, desde el amanecer mismo hasta el crepúsculo del atardecer.
Durante el mes de marzo, el 21, es una fecha luminosa para recordar el natalicio de don Benito Juárez, celebrar el Día Mundial de la Poesía y convocar a la jornada de sensibilización a favor del Día Mundial del Síndrome de Down; al menos tres temas inspiradores para movilizar a través de la palabra, el conocimiento y las emociones, para seguir construyendo sociedades incluyentes, sensibles y capaces de convivir en la diversidad.
Don Benito Juárez García: Emblemática figura mexicana; su biografía es sorprendente. De cuna humilde hasta ocupar los niveles políticos y sociales más altos del país, el conocimiento fue su fortaleza, su sensibilidad la herramienta para acercarse al pueblo. Prócer de origen indígena que transformó la vida nacional a través de su pensamiento liberal, impulsó las Leyes de Reforma, y con estas la época separatista del Estado con la Iglesia. Sus palabras han trascendido más allá del tiempo, las fronteras y las culturas: “Entre las naciones como entre los hombres, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
El Día mundial del Síndrome de Down: Se aprobó el 19 de diciembre de 2011 en la Asamblea General de la Naciones Unidas, en la resolución para declararlo el 21 de marzo a nivel mundial el Día Mundial del Síndrome de Down, mismo que los países miembros de la Organización significan a partir del 2012.
Dicha iniciativa tuvo su origen en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, misma que enarboló una campaña a favor del respeto a los Derechos Humanos y la Diversidad. Más que una celebración es una fecha simbólica, que invita a promover la plena realización de todos los Derechos Humanos y libertades fundamentales de todas las personas con discapacidad.
Sin olvidar que el síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud. Quienes tienen esa característica son seres capaces de aprender, por ello los programas de intervención temprana y la educación inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de la persona.
Hoy día, esa condición ha dejado de ser factor de exclusión, pues desde edades tempranas hasta la juventud son atendidos en centros de estimulación, escuelas de educación especial, centros de capacitación y formación para el trabajo.
Las opciones escolares para los alumnos y el apoyo a la familia se han diversificado; los esfuerzos y compromisos institucionales abonan a diario por mejores programas de atención y opciones para el desarrollo humano en sus múltiples esferas: educativa, deportiva, cultural, artística y laboral. El respeto a los derechos humanos es universal sin importar la condición de la persona.
Día mundial de la poesía: Desde la aprobación en la Asamblea General de Naciones Unidas en 1999, cada año, el 21 de marzo, la Unesco celebra el Día Mundial de la Poesía e invita a reflexionar sobre el poder del lenguaje poético y el florecimiento de las capacidades creadoras de cada persona. De acuerdo con la decisión de la Unesco, el principal objetivo de esta acción es apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética, y dar la oportunidad a las lenguas amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus comunidades respectivas.
El poder del lenguaje rompe las barreras del silencio aun en los momentos más turbios, las palabras suavizan discusiones, aíslan sensaciones y hasta son capaces de seducir a los enemigos. Es tal la fuerza de las palabras, que tienen el dominio para persuadir, enamorar, lastimar o simplemente agradar al oído. De todas las formas lingüísticas, la poesía es la más exquisita.
Desde siglos atrás, los hombres encontraron en su regazo la fogosidad de las palabras para cantar al amor; el deleite de una mirada diáfana ante la inmensidad del mar; la figura inquieta de la joven cuando coquetea a las olas, o el beso que calla el grito del enamorado. De muchas formas, los poetas han vestido los fragmentos de la noche, los colores de las estaciones, el néctar de las frutas, la música del viento en sublime interpretación de los sentimientos.
La libertad del pensamiento emerge de los océanos del oscurantismo; los poetas de ayer viven en las páginas de los libros; los de hoy se manifiestan; hombres y mujeres cantoras enaltecen la generosidad de la palabra, para hacer de ella cómplice de la verdad, eco del silencio… dejarse cubrir con el manto cálido de la poesía, abrazar de pasión el sentimiento que brota de las profundidades del ser. Gracias a la poesía la palabra vivirá en los sueños y en el pensamiento de los hombres.
Celebremos la belleza del lenguaje, que el conocimiento florezca en el jardín de la sabiduría, y con el bálsamo de los versos el espíritu purifique.
Teresita Durán
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