Tribuna Campeche

Diario Independiente

Expediente: 20 de agosto de 2023

FIERO Y LASTIMERO ENCONTRONAZO

Fue un choque frontal, lapidario y decidido, que permitió ver el encono y el odio de la parte empoderada, y la justificación y demanda de probanza de quien es acusado sin sustento. La sociedad campechana observó atónita las versiones en medios digitales, sin la comprobación de las acusaciones a un presunto asesino serial, que permanece en la calle.

Un dicho popular señala que mal inicia la semana a quien ahorcan en lunes, y así le fue al expresidente municipal de Campeche, Eliseo Fernández Montúfar. La gobernadora Layda Elena Sansores San Román con dureza e insensibilidad inaudita lo flageló hasta cansarse, pero sin mostrar pruebas de las causales de que lo acusa.
Sin mencionarlo por su nombre, pero dirigiéndose a él por referencias, Sansores San Román describió al exalcalde como autor intelectual de recientes atentados y del crimen de sus excolaboradores. Pero no hubo certeza en sus dichos, no mostró —insistimos— nada que lo incrimine, y lo amenazó con encarcelar. Seguro. Si lo localiza. Porque los jueces de lo penal han de estar pendientes para cumplir sus órdenes.
Aún de vacaciones, Sansores apareció tres minutos 14 segundos en sus redes sociales para tundir a Eliseo, que había anticipado por la mañana su mensaje. Se le adelantó y lo acusó de ser el autor intelectual del atentado contra Jamile Moguel y su pareja, Rafael Maldonado, y de los asesinatos de Manuel Peña Miranda y Sergio Novelo.
“Maldito asesino, se actuará con firmeza y legalidad. Ya está lista tu celda”, le espetó. “No nos confundamos, el acto criminal contra Jamile y Rafael no es un delito común, ni vendetta de bandas. Es el crimen político más grave cometido en la historia del Campeche reciente”. ¿Será cierto? ¿Cuál es la historia y quién el historiógrafo?
“Tú, el de las mil máscaras, te manchas con sangre las manos, te arrastras por peñascos y convives en pantanos de homicidas. Desbordaste tu ira y tu sed de venganza y derramaste fuego. Padre de los simuladores, te burlas con tu condolencia acompañada de comparsa de lagrimitas”. Santo Cristo crucificado. Qué vejatorio desprecio el que salió de esa enorme boca. Qué maldicientes formas. Qué odio hay en ese corazón. ¿Estará podrido?
La inquisidora Sansores no se detuvo. “Los mandaste a matar maldito cobarde. A este atentado precede un pasado de tragedias, porque no son casualidad los asesinatos de personas muy allegadas, dispuestas a declarar”. ¿Y los indicios, los testimonios, las versiones, los elementos balísticos, las herramientas científicas, las investigaciones, el informe forense? De eso nada. Nada de nada. Sus palabras parecen entresacadas de una novela policiaca de ficción, en la que el o los asesinos podrían estar en su casa.
A esa catilinaria respondió en tono mesurado el exalcalde. Primero se deslindó de las acusaciones de Layda, informó que demandó por daño moral a Gerardo “Seso Loco” Sánchez Sansores por 100 millones de pesos por señalarlo como asesino en serie y autor intelectual del atentando contra Jamile y su pareja. Y acusó venganza.
Transmitió en Facebook durante 63 minutos. Confesó ser paciente, pero insinuó que basta. El odio de los Sansores, indicó, es porque exhibió al papá del Seso Loco estafando a la gente de la colonia Mirador, a la que cobraba por terrenos que ocupaban y nunca les entregó la escritura, y por señalar que la esposa de Seso Loco, América Azar Pérez, es responsable de los tejemanejes de las finanzas del sexenio pasado.
Todas las acusaciones orquestadas por el equipo de la gobernadora proceden de foráneos que estuvieron en la Delegación Álvaro Obregón, donde fomentaron el narcomenudeo, que hoy han traído a la entidad. ¿Cuánta verdad revela su versión? ¿Han sido investigados? ¿Qué responden a eso los Sansores? ¿Por qué no han sido atendidas las denuncias de irregularidades?
Hasta ahí la esencia de la palabrería acusatoria y exculpatoria. En principio, la gobernadora está obligada a probar sus aseveraciones y el fiscal a analizarlas y proceder. Que recuerde que la intriga, la calumnia, la ofensa y los intentos de inculpación de acciones sin bases, son responsivas de delitos.
Sansores y su sobrino Seso Loco abusan del poder para sus venganzas, lo que es inaudito, inaceptable e inatendible. Han suplido, sin razonamiento ninguno, el papel de Renato Sales Heredia, que de fiscal pasó a ser ridículo pelele.
Fernández Montúfar ha respondido con coherencia, mesura y precisión. Los argumentos que esboza para defenderse de las acusaciones, toman mayor credibilidad ante la negativa a la probanza de los inquisidores Sansores.
Qué triste papel el de Sales Heredia. Lamentable es recordar lo que en círculos de la abogacía se expresa, que cuando el fiscal toma el asiento del juez, es menester contratar al diablo como defensor. Qué patético caso. Tendrá qué acusar, aunque no tenga soga para atar al acusado.

REPRESIÓN Y VENGANZA CONTRA ALCALDESA

La arbitraria, represiva y vengativa aprehensión de la presidenta de la Junta Municipal de Felipe Carrillo Puerto, Municipio de Champotón, Griselda Puc Valverde, enemistada con la gobernadora Layda Sansores, es el culmen de la manipulación de la justicia y el entreguismo de la Fiscalía y los jueces penales, dispuestos a satisfacer los deseos de la encaramada en el poder.

Puc Valverde le exigía recursos a Sansores para su comunidad, y le impidió una gira de supervisión de las obras del Tren Maya. De ahí parte el odio. Se convirtió también en la villana favorita de la alcaldesa champotonera Claudeth Sarricolea Rosado, quien estructuró el plan para encarcelarla en el penal de San Francisco Kobén. No es exagerado afirmar que es la primera presa política del actual sexenio. Y para confirmar la proclividad de Sansores a incurrir en violencia política de género.
La cronología de la detención de Griselda Puc Valverde —la alcaldesa de Felipe Carrillo Puerto, postulada por el PRI y electa democráticamente frente a opciones como Morena y otros partidos—, se ha venido escribiendo desde hace por lo menos tres meses, cuando a mediados de mayo se atrevió a impedir que Sansores su gira por la región.
Al frente de numeroso grupo de carrillopuertenses bloqueó por varios días los accesos de la maquinaria a la zona donde construyen las vías del Tren Maya. Era justificado el enojo, porque el paso de la maquinaria, los volquetes y el material habían estropeado las vías de comunicación, y Fonatur no cumplía con el compromiso de repararlas, entre otras irregularidades como despojo de tierras, invasiones, afectaciones, etcétera.
Así, cuando Layda Elena anunció su visita a Carrillo Puerto, Puc Valverde se enfrentó a los equipos de avanzada y logística, y les advirtió que si se atrevía a pisar esas tierras, le iría muy mal, porque no había cumplido ninguna promesa de campaña ni iniciado ninguna obra. La gira fue cancelada. Y continuaron las protestas por afectaciones del Tren Maya y el abandono de Sansores.
El contraataque se diseñó en coordinación con los equipos de la alcaldesa champotonera Claudeth Sarricolea y la dirigencia de Morena. Contrataron a un grupo de alborotadores para que tomaran el Palacio Municipal, les pagaron viajes a la capital del Estado para denunciar en Palacio de Gobierno presuntos actos de corrupción de la presidenta de la Junta Municipal por supuesto adeudo a la Comisión Federal de Electricidad (atribuible por cierto al Ayuntamiento) e inventaron que vendió agua a la empresa Carso y se embolsó el dinero.
Ante la campaña desinformativa y el clima de polarización financiados por Morena, Puc Valverde encabezó una asamblea en la cancha de usos múltiples, para que el pueblo supiera la verdad. Presentó pruebas, documentos y facturas de gastos administrativos y buscó la solución pacífica del conflicto.
Pero hasta allá llegaron los morenistas armados con piedras, palos y otros objetos contundentes para agredir a la alcaldesa y sus seguidores, y empeorar la situación. Se llamó inútilmente a la policía para que interviniera, antes, durante y después del evento, pero la alcaldesa Sarricolea —cómplice de las acciones vandálicas— no la envió. Le interesaba escarmentar a Puc Valverde.
Sarricolea ordenó la agresión física y verbal. A Puc le semidestrozaron su vehículo, le quemaron su vivienda, y por si fuera poco, falsificaron su firma en un documento en que “renuncia” como presidenta de la Junta Municipal… sólo que les faltó el visto bueno del Cabildo.
Aún así, para las fiscalías no fue impedimento ese documento apócrifo para solicitar orden de aprehensión y detenerla el pasado lunes 15 de agosto.
¿Sorprende la celeridad con que la Fiscalía Anticorrupción “corroboró” las acusaciones de peculado, solicitó la orden de aprehensión que le concedió un juez y que ejecutó enseguida la Fiscalía General del Estado? No. Que nadie se sorprenda. Así opera la “mafia del poder” morenista.
Un Poder Judicial que sin corroborar, comprobar, justificar, ni verificar de lo que se acusa a la inculpada, libera con celeridad una orden de aprehensión, que solicita la Fiscalía Anticorrupción, que prioriza los expedientes en contra de los enemigos de la gobernadora y deja para después otros casos mucho más graves.
Sirvan de ejemplo los desvíos de Teresa Xóchitl Pitzahuatl Mejía Ortiz, exsecretaria del Bienestar; de Ricardo Sánchez Cerino, exdirector del Instituto para la Educación de los Adultos y Eutimnio Sosa Espina, exdirector del Instituto de Cultura, que se clavaron muchos millones y fueron cesados, pero que se pasean impunemente.
Pero insistimos, así opera la “mafia del poder” morenista. Se interrelacionan todas las instituciones para cumplir el caprichito a la gobernadora Sansores San Román de encarcelar a una de sus adversarias políticas, y de paso, demostrar que nadie se mete con ella sin pagar las consecuencias. Se le pueden aplicar los mismos adjetivos que le endilgó a Eliseo Fernández Montúfar. Sin duda.
Así es el “Gobierno de todos los Sansores”. Así operan los de la 4T campechana. Así es la Administración de Layda Sansores. Así es el funesto destino de los campechanos que no se pliegan a sus caprichos. Cuidado.

RIDÍCULAS LAS COMPARECENCIAS

En sólo cinco sesiones, la LXIV Legislatura del Congreso del Estado despachó la molesta, tediosa y complicada obligación que tienen los secretarios del gabinete, de comparecer para la glosa del Segundo Informe de Gobierno. No hubo en ninguna nada de trascendencia.

De lunes a viernes, en horarios apretados, desfilaron 17 funcionarios, y si le pregunta a cualquier ciudadano medianamente informado qué recuerda, encontraría el silencio. Cada secretario tuvo 20 minutos para exponer.
¿Quién limitó el tiempo? ¿Qué buscaba? En análisis de poca profundidad, hay lógica. No se requiere más tiempo para decir que no se ha hecho nada. Que no se avanzó. Que no hay estrategias, ni acciones, ni resultados en este Gobierno.
Cinco minutos hubieran bastado ante la ineptitud e indiferencia oficial. Llenaron el tiempo con cifras maquilladas y fotografías y videos retocados, para justificar el gasto que no hubo y la inversión que nunca existió. Se maquilló el desfalco a este pobre Campeche, donde sólo se ven retrocesos y los rezagos se acumulan.
Imagínese al secretario de Desarrollo Agropecuario, Ramón Ochoa Peña, destinar 20 minutos para justificar que la mortandad de más de 300 mil abejas en Hopelchén, que fue noticia mundial, “se debió al calentamiento global”, y no al uso excesivo de agroquímicos. Que entregaron tarde los fertilizantes por culpa del Gobierno Federal, etcétera.
O al secretario de Desarrollo Económico, Fernando Gamboa Rosas, repetir que “es necesaria una estrategia mucho más agresiva y radical para atraer inversiones”, sin informar qué hace para combatir el estancamiento. Los problemas ya los conocíamos, lo pusieron para solucionarlos, pero su ineptitud y demagogia han agravado la situación.
Lo peor es la censura y el absoluto control impuesto a los diputados para no incomodar a los comparecientes. Les violaron su derecho a la libertad de expresión y fuero constitucional. Incomprensible que un partido que pugnó por las libertades y el cuestionamiento a los servidores públicos, es ahora todo lo opuesto.
Por ejemplo, el número de intervenciones se determinó por la representación de cada partido en el Congreso. En la primera ronda Morena tuvo derecho a cinco, PRI y MOCI a dos cada uno, PAN a una e independientes a dos.
En la segunda ronda los morenistas tuvieron cuatro intervenciones consecutivas, priístas y mocistas a una, independientes dos y el panista ninguna. Tuvieron cinco minutos para preguntar sólo a un compareciente, limitando cuestionamientos y respuestas, a siete minutos. La información faltante la enviarían por escrito.
Por las limitaciones reclamó el coordinador parlamentario del PRI, Ricardo Miguel Medina Farfán. La comparecencia, recordó, es de rendición de cuentas, por lo que los titulares de las dependencias tienen la obligación de responder a todos los cuestionamientos y ser transparentes. Repudió la censura impuesta por Morena.
Medina Farfán, Karla Toledo Zamora, Adriana Ortiz Lanz y Laura Baqueiro Ramos, de la bancada priísta, calificaron como “farsa montada por Morena para evitar que el gabinete rinda cuentas”. El cierre abrupto del micrófono los limitó y censuró. El reglamento de las comparecencias no fue votado ni consultado, sino impuesto por los morenistas. Así, las comparecencias fueron simulación y ocultamiento. Ningún dato relevante.
Ortiz Lanz acusó que ningún reglamento o acuerdo dice que los diputados no pueden cuestionar a más de un secretario y la mocista Mónica Fernández Montúfar se mofó, al señalar que los morenistas son cantinflescos a morir. Me voy impresionada del mal Gobierno y las mentiras. Tienen dos años gobernando sin solucionar nada. Ni siquiera hubo cifras alegres e informaron cuántas veces izaron la bandera… Todo está hecho con los pies. De magnitud la deficiencia del gabinete, subrayó.
Y sí, los hechos confirman que como no había nada qué informar, con 20 minutos de exposición y preguntas a modo sobraba para cubrir esta obligación, que tanta molestia les provoca. Quienes antes exigían cuentas, hoy se niegan a rendirlas. ¿Cuál transformación?

INVADE EL HAMBRE A LAS FAMILIAS

La versión es de una dependencia oficial, por lo tanto, aunque haya cierto maquillaje, es creíble. En julio de 2023 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) reveló que Campeche permanece en tercer lugar con la inflación más alta del país, y no se ve recuperación, por carencia de acciones de gobierno.

Visto así, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, Inegi por su siglas, expresa que en Campeche el 14.3 por ciento de las familias experimentaron en 2023 no tener recursos para atender sus principales necesidades, la más deprimente y dolorosa, la alimentación.
Muchos campechanos están en los límites de la sobrevivencia, y lo peor es que los infantes corren el riesgo de padecer desnutrición y sus secuelas en el futuro. En el medio oficial el silencio es respuesta a las problemáticas, primordialmente en el sector rural.
Campeche, hay que subrayarlo, no ha podido superar en lo que va del año las peores expectativas económicas. Oootra vez se situó en tercer lugar como el Estado con mayor inflación anual en julio del 2023, con el 6.3%. Para comprender mejor, según el Inegi, la media nacional se encuentra en el 4.79%. La variación mensual comparada con junio fue del 0.26%, y de julio de 2023 a diciembre de 2022 del 1.52%.
Salir del hoyo en la economía se considera difícil, por la desatención del Gobierno del Estado. La gobernadora Layda Elena Sansores San Román está más preocupada por su futuro, el pugilato verbal, electoral y jurisdiccional con sus contendientes políticos y periodísticos, satisfacer odios y rencores con sus exadeptos y el entretenimiento vacacional, que en coordinar acciones de superación.
Dos semanas se ausentó de la entidad, sin atender sus obligaciones, que se sostiene encargó a su sobrino Gerardo “Seso Loco” Sánchez Sansores y el florero secretario de Gobierno, el chiapaneco Aníbal Ostoa Ortega. ¿En dónde estuvo? No lo informa. ¿Quién pagó las vacaciones familiares? Tampoco lo comunica, aunque no hay ingenuidad en la sospecha.
Mientras, el barco estuvo sin dirección —que no la ha habido durante casi dos años— y es lo que menos le importa a la mandataria, pues para disfrutar del entretenimiento y la diversión ha roto protocolos, tradiciones y solemnidad. Primero el disfrute, y la sociedad que se conforme con el show circense casi semanal de los Martes del Jaguar.
Son dos años perdidos, exponen activistas sociales, dirigentes políticos, líderes indígenas y de colonias y representantes de diversas áreas de la producción. Sansores abandonó a todos los Municipios, a los que quitó programas agropecuarios, educativos, alimentarios y de salud. Médicos y medicinas escasean, no se promueve la inversión y consecuentemente crece el desempleo.
Líderes naturales de los 13 Municipios de la entidad acusan desatención en la demanda y olvido de apoyos a producción e infraestructura. Los caminos están en pésimo estado y no hay ninguna versión que permita la esperanza de que serán reparados en el corto plazo.
Como corolario a la precaria situación económica está la inseguridad. La guanajuatense Marcela Muñoz Martínez y el fiscal Renato Sales Heredia van a contracorriente de eficiencia y capacidad, y contra viento y marea los sostienen lastimosamente.
Ese es el panorama de Campeche. Lo grave es que aún quedan casi cuatro años para tomar decisiones que permitan el cambio de rumbo. Aunque la esperanza muere a lo último. Los meses por venir serán de incesante actividad política, y la brújula puede apuntar hacia otro punto de reembarque. Pudiera ser. Hay que mantener las ilusiones.

EXPEDIENTE es elaborado con aportaciones de periodistas y colaboradores de TRIBUNA. Comentarios, opiniones, quejas, denuncias, elogios, ofensas, agradecimientos y sugerencias al correo electrónico: expedien75@hotmail.com

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