Tribuna Campeche

Diario Independiente

El buen amigo | ¡Felicidades Abelardo!

Juan José Cosgalla Baeza

La mesa de la izquierda fue así bautizada cuando no existían teléfonos celulares, los integrantes eran jóvenes, algunos recién graduados y otros iniciándose como casados. Varios de ellos pergeñaban artículos con admirable solvencia, audacia y frecuencia.
El más atrevido se crecía cual toro de lidia a censura y vetos en los diarios locales, al grado que decidió escribir panfletos, los cuales tenían más demanda que las tortillas de la fábrica de Moreno.
Yo, telegrafista de oficio y multichambas por necesidad, me convertí en “ocasional” de la mesa, fui aceptado y me eximieron del examen de admisión.
Necesariamente el tema predominante era la política, aunque resulta más fácil ganar un premio en la Lotería, que acertar en un pronóstico político.
Cuando ascendió Abelardo a la gubernatura, una y mil opiniones colisionaban… desde aquellos que aplaudían su trayectoria, en donde destacaban su liderazgo obrero, hasta el logro de tener consigo la diputación federal en tres legislaturas.
Aunque los decepcionados decían que era un maraquero inepto, comparándolo con antecesores letrados, tecnócratas y de la “alta” sociedad.
Grupos importantes replicaban que no fue legislador levantadedo, sino destacado diputado que lucía con su verba en la tribuna, cabildeaba con habilidad en comisiones y representaba con honor al líder nacional cetemista.
Carrillo Zavala era amigo desde antes de ser el G1… siguió amigable estando en la cúspide estatal… y ¡oh sorpresa!, como exgobernador y amigo aterrizó en la conocida mesa e igual que a mí, no le aplicaron examen de admisión.
Sería ocioso describirlo, es suficiente decir que semejante al Té Reca y los charritos Richaud, sin publicidad agradan y su demanda aumenta. Abelardo Carrillo Zavala, músico y político por vocación, cumplió ayer 84 años de vida muy activa.
Nos obsequió la primicia, cuando en un mensaje dijo que desayunará en nuestra mesa, ubicada en el mejor lugar que es el Hotel Plaza, en donde los comensales son mejor atendidos que en su propia casa.
En este escrito, sin tener autorización como vocero de los que ya partieron, así como de los predifuntos sobrevivientes, felicitamos al buen amigo y con 17 palabras le extendemos nuestro sentir:
Hoy como mañana
vive lo que sientas,
siente lo que vives…
y serás feliz hoy como mañana.
¡Feliz cumpleaños!

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