“Si el señor gobernador hubiera querido hacer justicia ya lo hubiera hecho, ya tiene dos años esto, hay otras personas que por poquito ya les dictaron sentencia”, señaló Elsi Romero Vega y Alejandra del Jesús Cervantes Romero, abuela y madre, respectivamente, del joven Samuel Alejandro Macgregor Cervantes, ultimado el 26 de enero del 2013.
Al interior de su humilde vivienda de Quinta Hermosa, en donde las paredes de la sala son marcos donde cuelgan los reconocimientos en honor a Samuel Alejandro, una de ellas con la leyenda “Capitán por siempre”, Elsi y Alejandra brindaron una entrevista a dos años de que la joven promesa de vólibol fuera ultimado y desaparecido por 11 días.
“Ellos son los asesinos ¿Qué esperan? La justicia no se compra con dinero. La justicia debe ser justicia. Señor gobernador no sé qué espera. Si hay influyentismo o dinero. ¿Cuántos años más vamos a esperar o es mentira lo que nos dijo?”, refirió Elsi, quien apenas podía retener las lágrimas.
Alejandra informó que temen que haya tráfico de influencias en el proceso judicial que han retrasado los familiares de Miguel Ángel O.P.; Jousef Francisco A.L.; y Edwar Daniel G.T., al cambiar de abogado defensor en dos ocasiones, impidiendo la reconstrucción de hechos que estaba programada, primero en noviembre del 2014 y luego en diciembre y hasta el momento sin fecha.
Los tres están sujetos a proceso al interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Francisco Kobén por los delitos de homicidio calificado y exhumación de cadáver.
Los tres, presuntamente, y de acuerdo a su plan, el 26 de enero del 2013 pasaron a buscar a Samuel, a las afueras del campo universitario. Lo subieron al vehículo, que según conducía Miguel Ángel (el radiólogo). Habían planeado asesinarlo porque uno de ellos fue “botado” por una fémina que en ese entonces era novia de la hoy víctima.
A bordo del vehículo lo empezaron a golpear. Le inyectaron aire en el cuello, intentando provocarle un paro cardiaco. Al no resultar, le aplicaron una llave al cuello. Semi desmayado lo llevaron a la avenida Ramón Espínola Blanco de Ex Hacienda Kalá, donde despertó.
Lo volvieron a golpear. Lo bajaron del vehículo hacia un banco de sascab, donde le arrojaron una piedra en el rostro y le apuñalaron; presuntamente, ocultaron su cuerpo con ramas y piedras.
La mamá, al no llegar el joven esa noche, inició una intensa búsqueda en medios locales y en las redes sociales. El seis de febrero la Policía Ministerial Investigadora (PMI) ubicó el cuerpo en avanzado estado de putrefacción, presuntamente, después de que los tres sujetos habían confesado donde lo habían ocultado.
Desde entonces, la defensa de Miguel Ángel, estuvo apelando las resoluciones de de jueces locales y federales, todos los recursos legales fueron desechados hasta que días antes de que inicien la reconstrucción de hechos han estado cambiando de abogado, aletargando el proceso en su última fase.
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