Guerrero.– Vecinos se alertaron por los llantos desesperados de un niño por lo que llamaron a los números de emergencia para que lo rescataran.
Elementos policiales llegaron rápidamente al lugar del reporte y constataron que se trataba de un menor de edad que estaba llorando porque pasó dos días encerrado.
El menor, Aarón N, de 8 años, obtuvo la ayuda que tanto lloraba y suplicaba. Los elementos pensaron de que se trataba de un infante secuestrad, pero fueron informados de que los padres del niño, presuntamente en estado de ebriedad, lo encerraron desde hace dos días y no habían regresado.
Al escuchar el testimonio del vecino, decidieron llamar al DIF Guerrero para que estuviera enterado del asunto y llevara la investigación correspondiente, ya que el niño podría ser víctima de maltrato infantil.
El pequeño fue dejado con un familiar en custodia momentánea, en espera de que sus padres aparezcan para enfrentar los cargos por sus actos.
Vanessa T/DBT
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