CARMEN.- Con múltiples laceraciones, fractura de pelvis y una herida profunda en el cráneo resultó un indigente de aproximadamente 48 años de edad, al ser arrollado por el conductor de un auto cuando dormía imprudentemente en la acera, lugar donde entran y salen vehículos del estacionamiento de una tienda de conveniencia ubicada sobre la calle 47 esquina con 38, en los límites de la colonia Santa Margarita.
El accidente se registró cerca de las 17:00 horas del pasado viernes, cuando el conductor del vehículo Volkswagen tipo Pointer, color blanco con placas de circulación DJU-59-49 del Estado de Campeche, argumentó que al intentar entrar al estacionamiento para realizar algunas compras sintió un fuerte jaloneo debajo de su vehículo, por lo cual pensó que se trataba del amortiguador.
Al seguir su marcha hasta parquear el vehículo por completo, cuando descendió se encontró ante un sujeto tirado debajo del automóvil que se encontraba ensangrentado del rostro y semiinconsciente, por lo cual rápidamente dio aviso al 911 para solicitar la presencia de paramédicos de la Cruz Roja Mexicana.
A la llegada de los técnicos en urgencias, rápidamente le brindaron apoyo al hombre que se encontraba perdiendo demasiada sangre por la cabeza, oídos y nariz, y sin perder ni un segundo aplicaron el protocolo de inmovilización, así como la colocación de un collarín para ser abordado a la camilla y posteriormente trasladarlo al hospital general de urgencia, ya que el estado del hombre era crítico por la pérdida de sangre y las posibles lesiones internas al pasarle ambos neumáticos por el abdomen.
El conductor, muy espantado, rápidamente sacó del vehículo la hoja del seguro y se puso en contacto para que llegara su ajustador al lugar de los hechos.
Minutos después arribaron peritos de Vialidad y Tránsito del municipio de Carmen, quienes dieron fe y conocimiento de los hechos, pero al haber una persona lesionada el vehículo tendría que ser remolcado al corralón municipal, mientras que el conductor tuvo que ser turnado al Ministerio Público para el deslinde de responsabilidades.
Testigos que presenciaron el sangriento hecho argumentaban que la culpa no era del automovilista, pues él simplemente intentó ingresar al estacionamiento para realizar sus compras; dijeron que la culpa fue del indigente, ya que se acostó imprudentemente en la salida y entrada de los vehículos.
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