Alboroto armó J. O. P. M., de 21 años, al dañar un automóvil y gritar que lo estaban secuestrando, lo que generó la movilización de la Policía Estatal (PE) y ministerial, quienes confirmaron que eran empleados de anexo de San Rafael.
Cerca de las 12:20 horas de ayer, tres de los “padrinos” atendieron el llamado de la madre del joven y lo fueron a buscar a Alfredo V. Bonfil. Lo abordaron al Pontiac, color negro, con placas DJD-5083 del Estado.
Al transitar en la avenida José López Portillo con dirección a la calle 4 entre Pedro Moreno y Galeana de San Rafael —donde está el centro de rehabilitación—, el farmacodependiente vio a grupo de personas a las afueras del Hospital General de Especialidades “Dr. Javier Buenfil Osorio”.
Empezó a forcejear, al tiempo que rompió la ventanilla y se aventó, generando que el conductor del vehículo impactara por alcance a la Ford, Escape, gris, con matrícula DKG-6322 de la entidad.
Ciudadanos solicitaron la intervención de la Policía Estatal (PE) al ver que J. O. P. M. huía en bóxer y pedía auxilio, así que le dieron una bata para que lo atendiera el personal del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU).
Los “padrinos” explicaron lo que había ocurrido, incluso llamaron a la mamá. También se presentaron los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI).
Ante la aclaración, los funcionaros dejaron que se lo llevaran en otro vehículo con matrícula estatal DJN-5350.
Al final los involucrados en el percance vial llegarían al acuerdo de pago ante la intervención de los ajustadores de seguros.
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