ANTE ENFRENTAMIENTOS Y FOSAS CLANDESTINAS
Tensa calma con olor a pánico se respiró ayer en Alfredo V. Bonfil, Pich y Los Laureles del Municipio de Campeche tras los enfrentamientos entre presuntos criminales y las fuerzas del orden que dejó cuatro muertos y tres heridos, y el hallazgo de fosas clandestinas.
En el poblado de Alfredo V. Bonfil no hubo clases en las escuelas del nivel básico, así como en el Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Campeche (Cecytec), mientras que el servicio de transporte público estuvo interrumpido cerca de dos horas durante la mañana.
En las fachadas de dos tiendas de abarrotes, una de ellas “Cristy”, en un árbol y en la señal de “alto” de la calle uno, se aprecian las huellas de la batalla a muerte entre ministeriales y presuntos sicarios, fueron contados por lo menos 10 impactos de bala.
También quedó como evidencia del tiroteo las cintas amarillas, pedazos de vidrio y manchas de sangre y aceite sobre la vialidad, donde el vehículo de la Fiscalía General del Estado (FGE) embistió a la Hilux que tripulaba el presunto grupo criminal con armas de grueso calibre.
Tras mantenerse encerrados ante la lluvia de balas de antenoche, los habitantes continuaron con su vida cotidiana, pero preferían no dar entrevistas a cámara abierta.
Por momentos se respiraba miedo que se alimentaba con los rumores de más enfrentamientos en Champotón, Pich y Los Laureles.
Entre las 12:30 y las 13:00 horas de ayer, convoy de unidades oficiales con más de 50 elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), de la Policía Estatal (PE), Guardia Nacional (GN) y del Ejército Mexicano se desplazaron a Pich y a Los Laureles.
En este segundo sitio fueron reportados disparos al momento que catearon un rancho, donde encontraron las fosas clandestinas con cuatro cuerpos en avanzado estado de putrefacción.
Fue en este sitio, donde también se reportó la detención de al menos dos personas más, presuntos integrantes de la célula del crimen organizado de Sinaloa, “Los Chapitos”.
La incertidumbre incluso permeó en el comisario de Los Laureles, quien no quiso brindar entrevista ante la falta de información oficial.
A las afueras de Alfredo V. Bonfil, cerca de treintena de policías estatales con equipo táctico y armas largas implementaron filtro de revisión vehicular, además de que se desplazaban constantemente por las comunidades cercanas.
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