Prevalecen los conflictos por apoderarse de las plazas en la Planta de Nitrógeno Cantarell, pues las partes involucradas se niegan a ir a una mesa de diálogo que debe convocar la subsecretaria de Gobierno, expresó Alexis de Jesús Buenfil López, delegado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Construcción, Excavación, Similares y Conexos de la República Mexicana (Sitrace).
Y sostuvo: “Estoy de acuerdo con un diálogo con las autoridades estatales, para buscar solución al problema sindical en la Península de Atasta, pero de momento no hay comunicación con la subsecretaria de Gobierno”.
Al menos desde el 14 de noviembre de 2019, cuando iniciaron las hostilidades en la nitrogeneradora, no hay quien convoque a dirimir estas diferencias, que día a día crecen.
“Desde el año pasado hay enfrentamientos, y las partes en conflicto no se ha reunido a negociar. No hay interés en solucionar este problema, lo que debió hacerse desde un principio”.
“Ahora proponen diálogo porque saben que platiqué con el presidente Andrés Manuel López Obrador, que se comprometió a investigar y buscar solución al conflicto”, argumentó Buenfil López.
Lamentó que sea el Presidente quien en visita a la entidad reciba planteamientos de la población, para buscar alternativas de solución a los conflictos.
Este conflicto por el control que mantiene un grupo de pseudolíderes encabezados por Silver Martínez Izquierdo, debió quedar resuelto desde el inicio, pero las autoridades competentes mostraron apatía en exigirle a esa persona la documentación que lo acredite como representante sindical.
Buenfil López se dijo dispuesto a dialogar con los otros sindicatos y autoridades, para poner fin a la disputa en un marco de respeto y de la ley, “no apegado a la corrupción, sino a la Ley Federal del Trabajo, donde todos los sindicatos podamos trabajar”.
Es necesario —recalcó—, exigir a los dirigentes sindicales presentar la documentación que acredite su legítima representación, y los contratos colectivos de trabajo con que cuentan.
“No se debe seguir permitiendo, pues es ilegal, el obligar a una empresa a firmar un contrato o al obrero a afiliarse a un sindicato, pues vivimos en un país libre donde no se puede obligar nadie. Hay la libertad de expresión y la libertad de asociación”.
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