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Aumentan deuda y chatarra de OSA

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Los 27 barcos de Oceanografía abandonados en el puerto “Isla de Carmen” no sólo se convierten en chatarra, sino afectan las operaciones y la deuda de la empresa con el organismo sigue en aumento, reveló la gerenta del Administración Portuaria de Carmen (API), María Jesús Estela Díaz Montes de Oca.

Sobre los procesos legales en curso contra los buques de Amado Yáñez Osuna, dijo: “Estas embarcaciones no pueden ser movidas ni un solo centímetro, lo cual provoca serios daños económicos y ambientales al recinto portuario”.

La falta de movilidad de estos barcos por estar anclados en el puerto, provoca el azolve de las dársenas con los consecuentes daños a las operaciones portuarias, resaltó la gerenta del API.

“El tema de los barcos de Oceanografía está en análisis del área legal de Apicam, ya que existen empresas interesadas en ocupar muelles que no son utilizados por la presencia de esos navíos”.

Díaz Montes de Oca sostuvo que una de las preocupaciones de la Apicam es que el desuso y falta de mantenimiento adecuado los convierten en chatarra, con el riesgo de que se hunda dentro del recinto portuario, con los problemas que generaría.

“Buscamos los mecanismos legales para cambiarlos de sitio y aprovechar los espacios que ocupan actualmente, pues las empresas demandan sitios con vista al mar para sus operaciones”.

El Programa Operativo Anual (POA) contempla en el segundo semestre del año, iniciar el dragado de las dársenas para mantener el calado suficiente en las operaciones o las actividades.

Además, también —expuso—, se hacen las gestiones necesarias para el dragado del canal de acceso, lo cual permitirá el ingreso de las embarcaciones de mayor calado al área.

 

DEUDA

Hasta finales del 2021, la deuda de OSA con el API rondaba los 300 millones de pesos, pero ni así la naviera intentó llegar a algún arreglo con la empresa estatal, obligando a recurrir a las autoridades judiciales.

El pasivo de la naviera propiedad de Yáñez Osuna data desde el 2014, y deriva del uso de la infraestructura portuaria por las embarcaciones ancladas en las terminales marítimas y sujetas a juicio ejecutivo mercantil que enfrenta.

Entre el cúmulo de acreedores está Apicam, que reclama el pago de unos 300 millones de pesos, pero siguen atados de manos.

Para liberar el espacio, una acción de esta entidad es iniciar los procedimientos de “Declaratoria de abandono” ante la Capitanía de Puerto, pero aún no lo logra.

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