Tribuna Campeche

Diario Independiente

Es una vergüenza la incapacidad de Layda

Pensionados tuvieron que bloquear puente para ser escuchados

La falta de capacidad de la gobernadora Layda Sansores San Román y su secretario de Gobierno, Aníbal “El Florero” Ostoa, han resultado una vergüenza para un pueblo que demanda funcionarios comprometidos con Campeche, afirmó el secretario regional del PRI, Luis Alonso García Hernández.


Lamentó que tuvieran que transcurrir más de siete meses y afectar a terceros al bloquear el Puente Zacatal, para que los jubilados universitarios fueran escuchados, pues en reiteradas ocasiones buscaron el diálogo y el apoyo de sus autoridades, quienes sólo los han utilizado y engañado para apoderarse de la Unacar y hacerla desaparecer o crear otro campus de la Universidad de Campeche.


Y preguntó: “¿Dónde estuvieron la gobernadora Layda Sansores San Román y el secretario de Gobierno, así como el sinvergüenza de Pablo Gutiérrez Lazarus, que sólo sirve para sacar sus notas burlescas en Facebook?, pues no salieron en defensa de los más vulnerables?”.


Es vergonzoso —continuó—, que quienes trabajaron gran parte de su vida para engrandecer a la Unacar, hoy sean utilizados por los gobernantes morenistas para desestabilizar en la máxima Casa de Estudios de Carmen y apoderarse de ella, como lo hicieron al imponer a la inepta de Sandra Laffón Leal, que no ha sabido resolver los problemas de la institución.


“Nadie muestra voluntad, ni siquiera para escuchar y atender a los jubilados de nuestra máxima Casa de Estudios. Los dejaron bajo el sol y la lluvia, expuestos a enfrentamientos, más vulnerables de lo que su propia condición los hace, mientras ellos viajan y gastan a manos llenas, derrochando el dinero del pueblo”.

El secretario regional del PRI exigió que sean salvaguardados los derechos humanos de los afectados.


García Hernández subrayó que la gobernadora Layda Sansores y sus funcionarios violentan los derechos de los adultos mayores jubilados, pues al no pagarles les impiden tener una vida de calidad, libre de violencia, con acceso a la salud y trato digno.


“Nada de esto le importa a las autoridades estatales, por eso urge que la Comisión de Derechos Humanos intervenga de inmediato para garantizar y salvaguardar los derechos humanos de los adultos mayores y jubilados de la Unacar”.


Layda Sansores y su séquito de funcionarios aplaudidores serán responsables de lo que pueda sucederles a los jubilados universitarios, tras exponerlos en la lucha por el pago de sus prestaciones, pues su salud está en riesgo.

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