IMPUNE SAQUEO DEL IEEC.
Aún no designa el Congreso del Estado a quien quedará a cargo del Órgano Interno de Control (OIC) del Instituto Electoral del Estado de Campeche, despacho que dejó vacante el C.P. Ricardo Cuevas Díaz —quien al igual que Mayra Fabiola Bojórquez, también se fue a Morena—. ¿Por qué el afán de impedir su correcto funcionamiento? ¿A quién se encubre y protege?
El OIC vigila la correcta aplicación de los recursos, sanciona las faltas no graves de servidores públicos y denuncia las faltas graves ante la Fiscalía Anticorrupción, al estar vinculado con la Auditoría Superior del Estado. Su inoperancia permite los excesos de quienes administran el IEEC, lo cual ya se tradujo en un abultado endeudamiento que la autoridad se niega a investigar, porque los responsables ya militan en Morena.
El adeudo con los partidos políticos ronda los 11 millones de pesos, al SAT deben 12 millones, al IMSS 33 millones, más lo que se dejó de pagar al Issstecam y a los proveedores. En síntesis, el IEEC fue saqueado y doña Corrupta encubre y oculta a los perpetradores. ¿Esa complicidad se deberá a acuerdos previos a la pasada elección, de la cual misteriosamente resultó ganadora?
¡NARCO PRESIDENTE!
En muchas ocasiones se tuvo la sospecha de que habían acuerdos entre el Gobierno Federal en turno y los narcotraficantes que operan en México, pero nunca hubo tanta evidencia de ello como la que hasta ahora acumula Andrés Manuel López Obrador, quien desde el inicio de su Administración impuso su política de “abrazos, no balazos” y se negó a combatir a esos grupos criminales.
La declaración del líder del cártel Los Ardillos, Celso Ortega Jiménez, sobre los millones de dólares que aportaron Los Zetas a la primera campaña presidencial de López Obrador, confirmó lo narrado en el reportaje de Propública de que cinco testigos declararon a la DEA que el Cártel de Sinaloa también entregó dos millones de dólares en 2006 para su campaña.
En estos cinco años vimos la liberación de Ovidio Guzmán, las varias visitas de AMLO a Badiraguato, su saludo a la madre del Chapo, su reiteración de que “el narco es pueblo, que no va a ser reprimido”. Por eso el pasado domingo, en la marcha por la defensa de la democracia, los gritos de “narco presidente” inundaron el Zócalo. En redes sociales rebosan los comentarios de repudio a López Obrador, un presidente que resultó deshonesto, corrupto, mentiroso y criminal.
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