Tribuna Campeche

Diario Independiente

En las tripas del jaguar: 24 de febrero de 2024

AUTORIDAD DELINCUENTE.

Hay un silencioso pero ensordecedor clamor de auxilio entre los empresarios, pequeños comerciantes y productores, que ya no saben a quién acudir ante la creciente extorsión y cobro de piso que resienten de los delincuentes que llegaron de la mano de doña Corrupta hace 30 meses, y que hoy trabajan bajo la protección y amparo de la policía.

Si quienes en teoría deben servir y proteger trabajan para los grupos criminales, ¿a quién acudimos si hasta el fiscal está coludido? El imperio del hampa que comanda la guanajuatense de las mil cirugías, por orden de doña Corrupta, nos tiene hundidos en la inseguridad e incertidumbre. Son innumerables los casos que ya se reportan de extorsión, sin que la autoridad haga absolutamente nada.

Lo peor del problema es que las víctimas de estos criminales tienen miedo de denunciar los hechos, pues están convencidos de que tanto la Fiscalía como la policía protegen y encubren a los delincuentes. La semana pasada se suscitó un incidente que confirma esta complicidad, aunque lo niegue la corrupta autoridad. Aquí les narramos lo sucedido.


JUSTICIA A CONVENIENCIA.

 El incidente ocurrió en un restaurant bar del malecón capitalino, al cual arribó un joven de desconocida procedencia, foráneo para ser más precisos, en carro de lujo y con hartos fajos de billetes en la bolsa. “Debe ser hijo o familiar de algún capo”, pensaron los ahí presentes, que optaron por apartarse en la medida posible del sospechoso sujeto, que empezaba a ponerse impertinente.

Envalentonado con varios tragos encima, comenzó a agredir verbalmente al personal, que con cortesía le cerró su cuenta y le pidió retirarse. Fuera de sus cabales, el sujeto sacó una pistola y disparó varios balazos al aire, causando pánico entre los comensales. Enseguida llegó la policía, sí, pero a disculparlo y encubrirlo para que no trascendiera lo sucedido. Los propietarios del lugar, al ver la protección policial brindada al pistolero, que no fue detenido ni arrestado, prefirieron no denunciar los hechos.

Recordemos que los jóvenes disfrazados de botargas políticas en el pasado sábado de Bando sí fueron detenidos y encarcelados unos días, mientras que el pistolero del pasado fin de semana y los delincuentes amigos de Jamile Moguel detenidos con armamento en el retén de Hopelchén, obtuvieron libertad inmediata. Esa es la justicia retorcida que nos brinda doña Corrupta, con la que protege a delincuentes y amedrenta a críticos y adversarios políticos. No tiene madre.

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