Tribuna Campeche

Diario Independiente

¿PLEITO ENTRE JUAN HERRERA Y SESO LOCO?

En una de sus más recientes emisiones del “Martes de la Rata”, la gobernadora Layda Elena Sansores San Román reveló que su equipo de colaboradores ya detectó y denunció ante Facebook a más de 900 bots o cuentas falsas que operan en las redes sociales en contra de su Administración.

Debería tener la mandataria otras prioridades en lugar de estar investigando cuántos bots hay en Campeche, pero si tan interesada está, debería empezar por investigar a su “comadre”, Juan Manuel “Felación” Herrera Real. Maneja decenas de esas cuentas y las utiliza para extorsionar, chantajear y atacar a sus “enemigos”, aún cuando sean familiares o subalternos de la mandataria.

Por ejemplo, en una de sus cuentas, en que aparece como “Anthoni Sansores”, el tabasqueñito de pocos modales y gustos sexuales diferentes, que acostumbra contratar los servicios de chacales de barriada a quienes después les regatea el pago por el servicio, se ha dedicado a atacar nada más y nada menos que a Gerardo Sánchez Sansores, sobrino de la gobernadora y a su jefe, el director de la Unidad de Comunicación Social, Walther (con hache) Patrón Bacab.

En sus publicaciones, Herrera Real —o su bot— se refiere a Patrón Bacab como “pareja alopécica del primo Seso”, con lo que no solamente confirma las versiones que han circulado en todos lados respecto a que entre uno y otro —el sobrino adicto y su prestanombre— hay algo más que una sociedad empresarial y de intereses nefastos, sino también de esos que se cobijan con sábanas con los colores del arcoiris.

Aún más, en otra de sus publicaciones, la “comadre” de la gobernadora —su “patiño rosa” en el Martes de la Rata, su lamebotas, su payaso o su compañero de ridiculeces— confirma que sí hay saqueo de recursos en la Unidad de Comunicación Social del Gobierno del Estado y da validez a la lista de medios digitales chayoteros que se difundió la semana pasada.

En esa lista, como se recordará, aparece como una de las beneficiadas, con una suma mensual de 350 mil pesos, Nayely Bacab Duarte, que según Juan Manuel Herrera es tía de Walther, y se están llevando esa gran cantidad de dinero cada mes por servicios intrascendentes.

En su publicación, Herrera Real, a través de su inexistente Anthoni Sansores, escribió: “La tía de la pareja alopécica del primo Seso sigue militando en el PRI mientras saquea la UCS. La tía Layda Sansores es burlada por quienes siguen sirviendo al Vándalo”.

Lo curioso es que en esa misma lista también aparece Juan Herrera con una percepción mensual de 150 mil pesos a través de su página digital “Visión Sur”, que “dirige” con su suegra Elizabeth Chan, lo que confirma la enorme corrupción que prevalece en la UCS y que solapa la senecta gobernadora.

En otra publicación, Juan Manuel Herrera Real se mofa de la ineptitud del sobrino loco de la mandataria:

“El Seso guardadito y calladito.

Se extrañan las arengas del primo Seso que se mantiene calladito tras la chamaqueada de los Sarmientos en la SPSC.

Su pareja alopécica es la que anda de llorona por los palacios, dando lástima.

Son exhibidos por el nuevo mastín del Vándalo, la creación del florero VeChiCam que no ha dicho esta boca es mía.

Las cuerizas y maletas Louis Vuitton parece que no sólo tenían seducidos a las meretrices mediáticas de la Tamaulipas.

Pobre tía Layda Sansores sigue durmiendo con el enemigo que apuesta a liquidarla. Poco o nada podrá hacer por apoyarla el amigo periodista Juan Manuel Herrera Real ante estas evidentes traiciones.

¿Seguirá el pariente incómodo guardadito emulando a Roncoa?”.

Hay otras publicaciones, en los que Herrera Real se auto presenta como periodista muy cercano a Sansores San Román, y en que contrariamente, se lanza duro contra Gerardo Sánchez, contra quien, al parecer, hay disputas palaciegas por el afecto de la senecta.

O sea, que además de gustos refinados por los chacales del barrio 7 de Agosto, al tabasqueñito le aflora por todos los poros la traición y el malagradecimiento. Así ha sido toda su vida. Y ya está muy vieja para que cambie…

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