Tribuna Campeche

Diario Independiente

Irresponsable provocación

La gobernadora Layda Sansores San Román ya perdió el rumbo. Está perdiendo de manera arrolladora el respaldo de la gente, la credibilidad hacia ella, y con su reciente “mensaje” de este martes, parece que incluso, está a punto de perder la razón.

No se puede mentir siempre para creer que se tiene la razón. No se puede engañar a todos, todo el tiempo. Es probable que algunos aún le den crédito a sus palabras, pero es claro que casi el 100 por ciento de los campechanos saben que su gobernadora está equivocada en este tema. Y en muchos más.

Es claro que Sansores intentó enmendar, con su “mensaje” del martes, todas sus expresiones filtradas a los medios de información el pasado lunes, donde califica a los policías rebeldes como chacales, donde amenaza con cesar a todos los inconformes, sin respetar antigüedades, donde los acusa de estar siendo manipulados, y donde vuelve a advertir que podría recurrir a la Guardia Nacional y al Ejército para recuperar las instalaciones tomadas por los sublevados.

No sólo eso, en un lapsus lingüis, la mandataria confesó que “el que paga manda” y que por eso no cesará a Marcela Muñoz. Lo que no dijo sin embargo es ¿quién le paga por mantener a Marcela como jefa de la Policía?

¿Hay algún cártel delincuencial interesado en que la guanajuatense siga haciéndose de la vista gorda ante el aumento de la delincuencia? ¿Es verdad entonces que si se va Marcela ella no respondería por la seguridad ni por la integridad de su amada jefa y del sobrino de ésta? ¿Es cierto que la mantendrá en el cargo por pánico a que “el que paga” proceda contra ella y su familia?

Es gravísima esta situación. El conflicto, en lugar de resolverse está empeorando y propiciando que salga a flote todo el estiércol guardado en las cloacas corruptas de la mandataria campechana y de su gavilla de facinerosos que nos han “gobernado” desde hace dos años y medio.

Su “mensaje” es también una abierta provocación al pueblo “noble y sabio” que ya demostró con sus marchas multitudinarias que están del lado de los policías. Que están del lado de los buenos y que están dispuestos a empezar a tomar otras medidas de protesta, si la mandataria se empecina en no escuchar la voz del pueblo.

No, señora Layda. Esta vez usted no está del lado de los “buenos”. Está del lado de los malos, de los corruptos, de los rateros, de los cómplices de esa delincuencia organizada que está “pagando” para que Marcela se quede. 

Ya se ha equivocado demasiado. Ojalá las circunstancias no la obliguen a recapacitar.

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