Tribuna Campeche

Diario Independiente

Gobierno de hipócritas

Es increíble el cinismo al que ha llegado el Gobierno de Todos los Sansores, para tratar de engañar a la opinión pública respecto al conflicto que mantiene con más de 900 policías de todo el Estado.

Tal vez Layda, El Seso, Toledo, la Alcudia y otros más, supongan que los campechanos somos tontos, tarados o que padecemos de esa especie de debilidad mental llamada pendejez, pero la verdad es que nadie se traga ese cuento de que están llamando al diálogo a los uniformados rebeldes, y que al mismo tiempo los acuse de ser “chacales”, “corruptos”; “violadores”, “extorsionadores” y además, que estén siendo manipulados.

¿Cómo puede el sinaloense secretario de Gobierno, Armando ConstantinoToledo Jamit, presumir que está dispuesto a dialogar con los policías, y al mismo tiempo enviar a uno de los jurídicos de la Policía, para exigir a los rebeldes que devuelvan equipos, patrullas, motocicletas, armamento y demás implementos para prestar el servicio.

Si lo hicieran los gendarmes ¿con qué equipos podrían salir a la calle a cumplir con su labor de proteger a la ciudadanía? Labor, que por cierto, no han dejado de hacer.

Sorprende que haya descendido el número de asaltos y extorsiones telefónicas, lo que nos habla de que existe colusión entre los malandros y esos cinco jefes policiacos que rodean a Marcela Muñoz y que controlaban el centro de espionaje clandestino descubierto en las instalaciones de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana.

¿Cómo decir que se pretende dialogar y destrabar el problema cuando giras oficios para que los plantonistas se presenten a fuerzas a la sede alterna de la SSPC ubicada en la Academia de Policía? Es claro que se pretende justificar el despido masivo que se avecina en esa corporación como parte de los “deseos de diálogo” de la gobernadora, que ha dado muchas muestras de que de verdad está mal de la cabeza,

Este Gobierno de hipócritas no se ha dado cuenta que el pueblo tiene perfectamente claro el fondo del problema, y no tiene nada que ver con manipulaciones de partidos, ni manos negras, ni intereses turbios. La ciudadanía ha arropado esta causa, y el sábado 13 de abril le volverán a gritar traidora, farsante, mentirosa, impostora y fuera Marcela.

Si los inconfesables compromisos que tiene Marcela con algún cártel de la mafia mexicana, la mantienen en el cargo, entonces que se le procese penalmente por delincuencia organizada y asociación delictuosa en perjuicio de los campechanos. Hay suficientes elementos para enviarla directamente a un penal de alta seguridad.

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