Desamparados

Sacó el cobre el titular de la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado, el chilango de modales finos Juan Pedro Alcudia Vásquez, al tratar de confundir a los policías que recibieron la protección provisional de la justicia federal para evitar sanciones, detenciones y amedrentamientos.

Y lo peor es que mostró un cobre de muy mala calidad, al tomar actitudes de mero litigante buscapleitos y lambiscón, que busca a toda costa quedar bien con quien le paga, en lugar de ajustarse estrictamente a lo que marca el derecho.

“No se dejen engañar ni tengan expectativas falsas respecto de la suspensión provisional que les fue concedida” señaló el amanerado chilanguito. “No se ha otorgado ningún amparo a los elementos de seguridad,  simplemente se ha iniciado un procedimiento constitucional por 380 quejosos…” matizó.

Recurriendo a un lenguaje conocido como “apantallapendejos”, Alcudia Vásquez amenazó con que “la suspensión provisional no suspende ni paraliza cualquier procedimiento que se haya instaurado o que se vaya a instaurar a futuro contra algún elemento de seguridad que se encuentre indiciado”.

“El segundo efecto es que cesen de inmediato los malos tratos, la tortura y las amenazas de una denuncia penal o de un despido laboral, pero no paraliza ningún procedimiento que, respetando el derecho de audiencia y que seguido del debido proceso, se instaure en materia administrativa, penal o laboral”.

O sea, la pretensión de Alcudia Vásquez y de su cada vez más extraviada jefa, es que, pese al amparo provisional concedido a los uniformados, se les sigan integrando expedientes de investigación y procedimientos sancionatorios de los tipos penal, administrativo y laboral.  La idea, entonces, es despedirlos a como dé lugar.

Por eso resulta un gigantesco acto de cinismo que el secretario de Gobierno Armando Constantino Toledo Jamit presuma su “disposición al diálogo” a fin de resolver el conflicto, puesto que, como torpemente evidenció la niña Alcudia,  ya se están integrando diversos expedientes para sancionar a los policías que se encuentran en paro.

Cinismo absoluto y total que muestra que quienes están desamparados por la madre naturaleza al negarles un poquito de masa encefálica medianamente funcional, son la Gobernadora, su secretario de Gobierno, su asesor jurídico y seguramente que hasta su sobrino loco, que tienen a la entidad sumida en una grave crisis institucional desde hace ya más de tres semanas. De pena ajena.