Valeria Guadalupe Rodríguez Brito fue bautizada en la iglesia de Santa Lucía por el presbítero Joaquín Reyes Escalante.
Sus padres Enrique Rodríguez Chi y Fátima Brito Morales, eligieron como madrina a María del Carmen Brito Morales, quien la llevó a la pila bautismal para recibir las aguas del Jordán y ser ungida con los santos óleos como símbolo de pureza y su consagración.
Papás y padrinos se comprometieron a educar a la neocristiana bajo las enseñanzas de la Iglesia Católica e inculcarle los valores cristianos.
La familia Rodríguez Brito encendió la vela para pedirle al Todopoderoso que ilumine el camino de su pequeña hija a lo largo de su vida.
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