¿Por qué llueve en viernes santo?

Viernes Santo, trae consigo una gran variedad de creencias, mitos y teorías a sus espaldas

La Semana Santa, pero en especial el Viernes Santo, es una fecha que trae consigo una gran variedad de creencias, mitos y teorías a sus espaldas. Una de las que más ha tomado relevancia en los últimos años está relacionada con el clima, que, de acuerdo con los creyentes, termina por empañar la conmemoración de la crucifixión y muerte de Jesús. 

Las procesiones de este día, que son presididas por un Cristo doliente, por lo general no vienen solas. En el imaginario popular ronda la idea de que cada Viernes Santo la lluvia hace presencia. En algunos casos solo se nubla y, en otros, hasta llega a temblar.

Ante esta situación, la pregunta que por lo general invade a los feligreses es, ¿por qué, supuestamente, siempre llueve el Viernes Santo? Este cuestionamiento no tiene una sola respuesta. Mientras algunos han apostado por dar una razón científica al asunto, otros se han remitido a las sagradas escrituras. 

¿Coincidencia metereológica o explicación religiosa?

El Viernes Santo es uno de los días con más restricciones y valor para los cristianos, en tanto se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús en el Calvario. “El Viernes Santo nació para conmemorar el día de la muerte de Jesús (el 14 del mes de Nisan, un viernes). Antiguamente era un día de luto en el que se participaba mediante el ayuno, que luego se extendió a todos los viernes del año”, reporta ‘Vatican News’.

En esa línea, la primera teoría apunta a que la lluvia es un signo de tristeza, ante la muerte de Cristo. De acuerdo con el Nuevo Testamento, al fallecimiento del ‘mesías’ sobrevino una intensa lluvia, acompañada de rayos “furiosos”. Esta misma escena, según explican los creyentes, se repite de manera anual. 

Aunque esta es una creencia que predomina entre los devotos, hay quienes han optado por encontrar una explicación metereológica al asunto, que está relacionada con el hecho de que Semana Santa es una festividad móvil. Eso quiere decir que cada año cae en una fecha diferente, por lo general entre el 22 de marzo y el 25 de abril.

Alejandro Lamas, quien fuese portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología de España, explicó que este fenómeno no es una percepción de los ciudadanos. “La Semana Santa no tiene una fecha fija, pero siempre coincide en marzo o en abril, que en cuanto al tiempo son los meses más cambiantes”, detalló hace algunos años, de acuerdo con el periódico ‘HuffPost’. 

n el caso de Colombia, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) informó que las precipitaciones se mantendrían durante marzo, abril y mayo en territorio colombiano. Así, entrando en junio de 2023 se estaría hablando del inicio de la temporada de sequía.

“El pronóstico ENOS prevé altas probabilidades de condiciones cálidas en el periodo julio-septiembre del 2023”, señalaron.

Fuente: El Tiempo