El cambio climático provoca una notable sequía en la Península de Yucatán, por lo que a partir de este año se empezarán a tomar medidas para contrarrestar los efectos, principalmente garantizar el abasto de agua para el consumo humano así como para las actividades agropecuarias.
El investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Héctor Estrada Medina, afirmó que la sequía afecta notablemente a la Península de Yucatán, cuya zona más vulnerable es Calakmul, ciudad maya recientemente nombrada como Patrimonio de la Humanidad.
Indicó que Mérida y Cancún ya resienten las situaciones adversas que genera esta anomalía y el problema se complicará aún más en la zona costera de la región, debido a que el agua dulce tiende a quedar salobre.
Mientras que en la zona henequenera de Yucatán, el principal temor son los incendios forestales, que en el caso de los períodos de sequía extrema el problema se complica ante la falta de agua.
En conferencia de prensa sustentada durante la firma de convenios entre la UADY y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explicó que “hasta hace unos años se creía que la sequía no afectaba a la Península de Yucatán, pero estudios recientes demuestran que hay efectos negativos, principalmente para las actividades agropecuarias”.
“La situación no es tan grave como en el norte del país, donde se observan esqueletos de reses”, acotó
El investigador de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootécnia de la UADY informó que base al estudio efectuado en 2013 se constató que los principales afectados son los apicultores, fruticultores, y pecuarios, cuyas ganancias disminuyen notablemente. “Aunque no pierden su producción, tienen que gastar más recursos en el bombeo de agua, además de que la calidad de la misma es diferente”, subrayó.
Ejemplificó el caso de los agricultores, quienes pueden extraer agua para sus abejas pero no para regar las plantaciones silvestres, de donde las abejas extraen el néctar de las flores.
Mencionó que de acuerdo con el estudio, Calakmul, Campeche, es la región más vulnerable por la sequía, dada las características que prevalecen en el sitio.
Le siguen las ciudades, como Mérida y Cancún, dado que son “centros de población más grandes que generan una sequía operativa, pues se registran
fallas en los mecanismos de extracción y distribución, así como problemas en el manto acuífero, ya que se necesita una mayor perforación, y también afecta la calidad de la misma”.
Asimismo, las secuelas también se reflejan en las zonas costeras, dada las cercanías entre los humedales y el mar, pues por lo que el agua dulce tiende a salinizarse, anomalía que empeorará en los próximos años.
Mencionó que al entrevistar a los productores, con la sequía severa hay un déficit hídrico mientras que los incendios son más frecuentes y extremos, los cuales se tornan incontrolables ante la falta de agua.
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