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En 2020 saldrá vacuna contra leishmaniasis

La Península de Yucatán es la región del país más lacerada por esta “enfermedad olvidada”, que afecta principalmente a los hombres.

En 2020 se contaría con la vacuna contra la leishmaniasis, la enfermedad de la pobreza más ignorada por el sector salud a pesar de su letalidad, afirmó el especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Julio Vladimir Cruz Chan.

Reconoció que la Península de Yucatán es la región del país más lacerada por esta “enfermedad olvidada”, que afecta principalmente a los hombres.

“El objetivo es desarrollar una vacuna contra la leishmaniasis, por lo que se está probando varios antígenos y esperamos, de acuerdo con nuestros planes, tener la vacuna en menos de tres años”, agregó.

Aclaró que la enfermedad es causada por un parásito protozoario intracelular llamado Leishmania, que entra en la piel a través de la picadura de la Lutzomyia, mejor conocida como “la mosca de arena”.

El insecto abunda en las áreas tropicales del sur de México, y las especies olmeca y cruciata son las que se presentan en la Península de Yucatán.

Los macrófagos, células del sistema inmunitario localizadas en los tejidos, absorben el parásito y suelen escapar del poder de la respuesta inmune.

Cruz Chan detalló que la leishmaniasis tiene dos formas clínicas, la cutánea y la visceral. En el caso de la primera, se presenta con mayor frecuencia en la región peninsular y se ubica en la novena posición de las enfermedades tropicales más ignoradas.

Actualmente, en el país hay 289 casos clínicos ya confirmados, registrando un aumento del 86.4 por ciento con respecto al mismo período de 2016, cuando la cifra fue de 155. La patología se distribuye en siete entidades federativas.

Tan solo en la Península hay 169 casos, el 58.5 por ciento del total nacional, y el incremento es del 152 porcentual.

El Estado con mayor incidencia es Quintana Roo, con 123 infectados; seguido de Tabasco, con 55; Chiapas, con 50; Campeche, con 38, Veracruz y Yucatán con ocho, respectivamente, y Morelos con siete.

El investigador del Laboratorio de Parasitología del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la UADY detalló que la forma cutánea consiste en una úlcera en la piel con bordes indurados en la zona donde la mosca pica, que comúnmente ocurre en cara y manos.

Mientras que la forma visceral se presenta en los peores casos con daños en el hígado y el vaso que pueden convertirse en heridas fatales.