Pobladores de Sitilpech, Comisaría de Izamal, realizaron ayer una protesta y un cierre simbólico de la granja Kancabchén II, ubicada en la zona, pues aseguraron que genera contaminación del agua, lo que derivaría en problemas de salud.
“Nosotros la verdad no queremos que nos contaminen el agua, los cenotes, menos el medio ambiente, porque eso respiramos. El aire puro queremos respirar, pero esa granja está perjudicando mucho a los que vivimos en el pueblo; hay niños, adultos y personas de la tercera edad”, manifestaron.
“No queremos que todas las noches vayamos a cenar con el mal olor del cerdo, que apesta aquí mucho. Queremos que se quite la granja, no queremos nada de granja”, añadieron.
Los manifestantes acusaron al alcalde Warnel May Aguilar, de otorgar permisos sin consultar al pueblo y sin medir consecuencias de salud para los pobladores.
“El presidente que está ahorita dio la autorización para que se ponga Kekén. Él tiene suficiente dinero en su bolsa, nosotros estamos sufriendo por este mal olor. Esperamos que él lo llegue a escuchar y venga a cerrar Kekén.
“A nadie avisaron, hay gente que juntó y dio dinero para que se abra Kekén, pero a los demás pobladores no nos avisaron nada”, lamentaron.
Sostuvieron que la granja nunca recibió el consentimiento ni el apoyo del pueblo, al mismo tiempo que reiteraron su intención de seguir bebiendo agua de pozo.
Que hagan lo que marca la ley. La granja contamina el medio ambiente, afecta nuestra salud, al
agua y a la tierra. Que el juez que va a resolver este caso piense en el futuro de la juventud. Lo único que queremos es vivir bien y con salud, destacaron.
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