Tribuna Campeche

Diario Independiente

Laboratorio del fraude


El entreguismo y la sumisión demostrados por los consejeros del Instituto Electoral del Estado de Campeche respecto del Poder Ejecutivo, debe encender los focos de alarma de los partidos políticos, sociedad civil y ciudadanos sin partido, sobre el riesgo real de que sea violentada la voluntad del pueblo en los próximos comicios.


Lo más vergonzoso es que los diputados guarden silencio ante los graves y constantes atropellos propiciados en Campeche en contra de nuestra incipiente democracia.


Derrocaron sin pudor a la autoridad electoral legítimamente electa para presidir el Consejo General del IEEC, y ningún diputado de ningún partido político pidió investigar ese acontecimiento, en que a todas luces se pudo apreciar la mano del Gobierno del Estado.


Los consejeros electorales se fueron a entregar de pechito ante el secretario de Gobierno, con el pretexto de que solicitaron mayor vigilancia policiaca, pero la verdad es que todos en Campeche saben que fueron —como dice el vulgo— a pedir chucho, pues el presupuesto autorizado por el Congreso del Estado no es suficiente para saldar las deudas y mucho menos para que les regresen privilegios, prebendas y canonjías.
En muchas ocasiones y de diversas formas la expresidenta del IEEC, Lirio Suárez Améndola pidió audiencias para plantear por los cauces legales su petición de incremento presupuestal, y jamás la atendieron.


Apenas una semana después de que su destitución fuera ratificada por el Trife, se abrieron las puertas del Palacio de Gobierno para el Instituto Electoral, y que nadie dude que podrían autorizarle una partida de emergencia para saldar las deudas ante el IMSS, el SAT y los partidos políticos, a fin de sanear las finanzas del organismo.


A cambio, claro, de que pierdan su autonomía e imparcialidad en los próximos comicios.
Ya sabemos que el hartazgo ciudadano está que arde, que la credibilidad y respaldo a la gobernadora anda por los suelos, que se anticipa mucho voto de castigo y que está en riesgo la gobernabilidad de la Administración laydista si pierden la mayoría en el Congreso del Estado.


Saben que el barco está a o punto de hacer agua y por eso están recurriendo de una vez a las medidas de emergencia, como tener bajo control a la autoridad electoral, para que el proceso comicial sólo sea una farsa, una simulación de democracia, muy al estilo de la llamada 4T…

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