DIARIO DE LA TÍA RATA | 2 DE ENERO DE 2025

Año nuevo, vida nueva, esperanzas renovadas y pilas recargadas para continuar nuestra batalla por la supervivencia, comentó don Memín. Lo importante es que haya trabajo, salud, amor y estabilidad en el hogar…

CUESTA DE ENERO

Don Julián llegó a la reunión vespertina con sus amigos del Parque Principal mascullando maldiciones de coraje. “Ya ni la burla perdonan algunos comerciantes voraces que desde el 30 de diciembre incrementaron de precio varios productos con el pretexto de que subiría la gasolina. Mis cigarros aumentaron de precio en 7.1 por ciento y se espera que otros artículos, comestibles y enseres sigan el mismo camino”, lamentó.

—“Es la tradicional cuesta de enero y usted como un respetable octogenario ya se debió haber acostumbrado a esos vaivenes de la economía nacional, le respondió burlonamente don Memín. Afortunadamente me previne con tiempo y me abastecí con los insumos para la limpieza y lustre de zapatos, así que por el momento no me toca hacer corajes y en solidaridad con el pueblo tampoco aumentaré el costo de mis servicios”, anunció.

—“También los taxistas aumentaron sus tarifas arbitrariamente, agregó por su parte doña Chela. Fui al baile de fin de año en el malecón, donde ciertamente que la pasamos alegres, divertidos y con esperanzas de un mejor año, pero cuando regresé a mi casa el ruletero se despachó con una cuota de 150 pesos. Y su vehículo no era precisamente una limosina”, se quejó.

El poeta Casimiro intentó inyectarle una dosis de optimismo al ánimo de sus amigos por el principio del año. “Siempre es difícil la cuesta de enero, porque la gente acostumbra derrochar en sus cenas de Navidad y Año Nuevo y muy pocos dejan un guardadito para sobrellevar este mes, pero bien dicen que lo bailado nadie nos lo quita y no nos queda más que afrontar los difíciles retos económicos de este 2025”.

—“Año nuevo, vida nueva, esperanzas renovadas y pilas recargadas para continuar nuestra batalla por la supervivencia, comentó don Memín. Lo importante es que haya trabajo, salud, amor y estabilidad en el hogar. Que también tengamos paciencia para saber sortear los obstáculos y para saber esperar el momento de que nuestros mejores anhelos se concreten”.

El poeta Casimiro brincó de gusto ante los buenos deseos del rechoncho bolero del Parque Principal y dirigiéndose a él le dio un fuerte abrazo. “Si sigues ilustrándote como hasta ahora, dentro de poco me vas a quitar la chamba y te dedicarás a escribir sonetos, le bromeó. Pero qué bueno que permea el buen ánimo entre nosotros y que los retos de esta cuesta de enero, que seguramente se prolongará por 12 meses, no nos haya extinguido la esperanza, que los malos gobiernos como el de la Tía Rata y su bola de rateros, no acabe con nuestra fe de que un día van a pagar sus culpas”, señaló.