LA DEJARON SOLA

Al evento oropelesco de la Tía Rata no vino ni el dirigente nacional de su partido guinda, porque les da vergüenza manifestarle respaldo a una de las peores gobernantes de este país…

—“¿Y sí llegó la corcholata presidencial, o un representante del pejidente, o integrantes del gabinete federal o diputados y senadores al “informito” de la Tía Rata?” preguntó con su ya acostumbrado sarcasmo don Memín, mientras alistaba sus implementos para proceder a su diaria labor de lustrar zapatos.

Don Julián lo miró de pies a cabeza y le espetó: “Ya ni la burla perdonas mi estimado amigo. No vino ni el dirigente nacional de su partido guinda, porque les da vergüenza manifestarle respaldo a una de las peores gobernantes de este país. La dejaron sola por habladora y mentirosa” señaló.

Don Memín recordó que en otros años, eventos de esta naturaleza eran solemnes. “Recuerdo que cuando trabajaba en el aeropuerto lustrando zapatos, cada día del informe era de movimientos desde temprano. Llegaban avionetas, helicópteros, jets privados con invitados especiales, desde políticos hasta empresarios y figuras de todo tipo. En esta ocasión dicen que fue un día muerto, uno como cualquiera” lamentó.

—“Los tiempos ya cambiaron —-justificó el poeta Casimiro, quien por momentos pareciera que recibe chayotes de la Chacha Walas— ya no se estila que los gobiernos derrochen tanto recurso en el culto a su vanidad, en el auto elogio, por eso no llegaron las grandes figuras que se esperaban”.

—“Estás levemente desorientado —lo corrigió don Julián— la anciana de Palacio esperaba que llegara su amiga Claudia, y por lo menos tres o cuatro secretarios del gabinete presidencial, incluso la titular de Gobernación, vendría con la representación del Pejidente, pero nada. Eso ‘soltaron’ Sus achichincles y aplaudidores oficiales. Pero no vino nadie. La dejaron solita y sus sueños, solita y sus utopías”.

—“Eso demuestra que la Tía Rata no es una figura pública nacional, que no tendrá cabida en el gabinete, que no tiene el respaldo ni de los personajes más conspicuos de su partido —lamentó el poeta— y que sus bonos políticos los ha derrochado ante tanta ineficiencia. No es lo mismo ser gritona y plantonera, que gobernante…”

—“Eso demuestra que nuestra apreciación de que es una pésima gobernante es correcta —remató don Julián— sus ‘informitos’ han contado con la más baja audiencia incluso en las redes sociales. Solo llegaron dos gobernadores en funciones y un representante. El gobernador electo de cabezolandia y hasta allá. Un evento desabrido, intrascendente, inútil, lleno de acarreados que aplaudían como focas hasta porque la Tía Rata estornudaba. Un autoengaño total. Allá ellos y sus boberías” concluyó.