Tribuna Campeche

Diario Independiente

Layda Sansores odia a los carmelitas

Lo ocurrido en el Congreso del Estado es muestra de su represión.

La gobernadora Layda Sansores San Román odia a los carmelitas y los detenidos por manifestarse en el Congreso del Estado recibieron la represión de su Gobierno, que utilizó a la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, denunció Luis Alonso García Hernández, secretario regional del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. 

“El violento y barbárico ataque en contra de carmelitas, quienes fueron golpeados y detenidos por la policía de la guanajuatense Marcela Muñoz Martínez, sólo exhibe la fobia de Layda Sansores contra los carmelitas”.

Con esto, Layda Sansores demuestra ser una “carmelofóbica” más; de esos que abundan entre los políticos de la capital del Estado, y sólo buscan el cariño del pueblo en tiempos de campaña.

“Layda no quiere al Municipio del Carmen. La prueba es que no hay obra pública importante en la Isla, pese a que con los votos de los carmelitas permanece sentada en el cuarto piso del Palacio de Gobierno”.

El embate del pasado martes 31 de octubre en contra de mujeres, hombres, jóvenes y adultos mayores carmelitas que fueron gaseados, asegurados y llevados a la Fiscalía General del Estado para ser indiciados, sólo por expresar una posición política, demuestra que a Layda Sansores sólo le han interesado los carmelitas como votantes, no como pueblo que merece atención por todo lo que han aportado a Campeche y a México.

“Esta agresión no debe quedar impune y debe castigarse a quienes la ejecutaron con lujo de violencia, pero más a quién desde el cuarto piso del Palacio de Gobierno la ordenó”.

La política de altura no se le da a Layda, y a cambio recurre a la traición, las malasmañas y el uso excesivo de la fuerza pública a su servicio para apabullar, intimidar y amenazar al pueblo, ese que su líder mesiánico le llama “bueno y sabio”.

“Se trata de presos políticos, porque esa situación se deriva de un tema así. Pero prevaleció la represión y la ley del garrote”.

Otra prueba de su represión es el Martes del Jaguar, pagado por el erario público, usado para denostar y sembrar intrigas, odio y rencor.

“No sé cuántos sean los que están detenidos, pero si son 40 se trata de los primeros presos políticos de este sexenio inútil que comanda la mandataria Layda Elena Sansores San Román”. 

La defenestración del presidente de la Junta de Gobierno y Administración del Congreso del Estado, no pudo ser alentada y ordenada por nadie más que por la gobernadora, quien así traicionó a su otrora aliado y vasallo. Con ella no vale eso de que “perro no come perro”.

 

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