PAYASA DE OCASIÓN.
Los pibipollos y el halloween sirvieron de pretexto para disfrazar —aunque no hubo que pintarle mucho— a la tétrica goberladrona Sansores de horripilante hechicera, de pavorosa catrina y de indeseable novia Culpa, esa que nadie se la quiere echar… ni el tal Romeo. Se trataba de hacerla parecer cercana a la gente, empática y accesible.
¿Para qué? Para que los campechanos olviden que mientras resistían los azotes del huracán Milton, la cínica y corrupta mandataria disfrutaba de sus lujosos bacanales en la Ciudad de México, acompañada de su amada Marcela Muñoz, quien también dejó al garete la seguridad en plena contingencia para irse a disfrutar de los privilegios que da el poder… y que paga de nuestro presupuesto.
Por eso en sus redes sociales abundan los videos de “nuestras tradiciones”, como si la sinvergüenza formara parte de ellas. Qué patético favor le están haciendo, y que nos lleva a preguntar, ¿cuánto le estarán cobrando por ese pésimo manejo de imagen a la goberladrona? Porque además de que se lo carga al presupuesto, se lo paga al voraz y deschavetado Seso Loco, el sobrino que desde hace nueve años explota la Secretaria de Finanzas a su antojo.
El divino niño del riñón donado es el mejor ejemplo de enriquecimiento inexplicable que hay en Campeche. ¿Quiere los detalles? Se los daremos pronto. Claro que sí.
LAYDA ENTORPECE LA CAPITAL.
Es una pena que el Municipio de Calakmul continúe sin agua potable —porque el acueducto que les prometió el estafador Andrés Manuel López Obrador aún no se termina—, sus calles sigan repletas de hoyancos y sus carreteras de acceso cada vez estén más deplorables. Pero más pena da ver que la multimillonaria mentirosa que prometió gobernar para los pobres, ni los voltee a ver.
¿Cuándo ha ido la sinvergüenza y corrupta goberladrona Layda Sansores a solucionarles sus problemas? Nunca. Sólo apareció ahí cuando el presidente requirió ir de gira. Lo más grave es que ese mismo abandono lo resienten todos los Municipios que gobierna Morena, en los cuales hasta hoy no sólo no llega el prometido bienestar, sino que los alcaldes siguen robando lo que pueden con total impunidad.
Por eso llama la atención que la sinvergüenza y mentirosa goberladrona, además de que no deja trabajar a la alcaldesa de la capital, Biby Rabelo de la Torre, se dedique a entorpecer sus programas y proyectos. No sólo no la ayuda, sino que le estorba. ¿No se da cuenta la anciana que con esa actitud perjudica a todos los campechanos? ¿Por qué no se pone a trabajar o al menos deja de joder a los que sí trabajan?
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