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Con Ómicron más de 100 en Comuna

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Más de un centenar de integrantes del Sindicato de Trabajadores de Base, Juntas y Comisarías del Ayuntamiento de Carmen (SUTBAJC) está contagiado por la cuarta ola de Ómicron, aseguró el secretario general Miguel Ramón Córdova, y reprochó el mal servicio del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que no garantiza pruebas y sólo otorga 10 días de incapacidad, cuando hay casos en los que se complica la infección.

Desde principios de enero, cuando se registró el nuevo brote, trabajadores del Ayuntamiento sufrieron complicaciones de salud, tras ser contagiados por compañeros, expuso.

“Los afectados pertenecen a las áreas de Servicios Públicos, Obras Públicas, Seguridad Pública, intendencia y administrativas del Palacio Municipal”.

De acuerdo con el líder sindical, aun cuando existe el exhorto a los integrantes del SUTBAJC para extremar medidas sanitarias, tanto en el área de trabajo como en el ámbito personal, el virus ha provocado de enero a la fecha más de 100 incapacidades.

“Más de 100 personas han enfermado, y la cifra sigue en aumento. Aquí lo más grave es que tenemos problemas con el Seguro Social, pues no se da abasto para los estudios que identifiquen a la pandemia”.

Ramón Córdova denunció que siendo derechohabientes, ya sea del Hospital General de Zona número 4 o de la Unidad de Medicina Familiar 12 en Santa Isabel, todos enfrentan un calvario para recibir atención digna, a causa del burocratismo.

En el IMSS hay negativa a realizar pruebas, lo cual complica la notificación al patrón, en este caso el Ayuntamiento, de que se trata de un caso positivo.

Muchos trabajadores tienen que pagar de su bolsa la prueba, porque la institución no tiene para realizarla, luego les dan 10 días pero en algunos casos el periodo es insuficiente para la recuperación, reprochó.

“Es problema de todos los días, y muchos evitan pelear con el personal, porque si no estás muy enfermo sales contagiado. Es un descontrol terrible de la institución, que no respalda a los trabajadores”.

“El IMSS sabe que por la pandemia no protestamos, pero no debe confiarse, porque está provocando una rebelión y luego no aguanta los reproches”, advirtió.

La institución es buena para exigir el pago obrero-patronal y reclama cuando hay atrasos del patrón, pero cuando se trata de ofrecer atención de calidad actúa con indiferencia, como si nos estuviera haciendo un favor de a gratis, finalizó Ramón Córdova.

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