Tribuna Campeche

Diario Independiente

Arman zafarrancho los taxistas por mototaxis

Por falta de concesión retienen unidad 24 en el Palacio Municipal

CHAMPOTÓN.— Por el servicio de mototaxis sin concesión en la ciudad, más de 100 taxistas de las franjas naranja “Potonchán” y azul “Guerreros de la Bahía” armaron zafarrancho durante tres horas en los bajos del Palacio Municipal.
Al filo de las 9:00 horas, los ruleteros arribaron al Palacio acompañados de sus directivos de las franjas naranja y azul, Antonio Sarmiento Villarino y Sergio Luis Diaz Anaya.
Exigieron que las autoridades de Transporte y la Policía Municipal a cargo de comandante Jorge Román Trejo Briceño deje de tolerar a los mototaxis, porque siguen operando sin tener concesión.
Los ánimos subieron de tono, cuando un grupo de ruleteros, con pasaje a bordo, retuvo la unidad 24 de “Legionarios de la Bahía” con placas particulares 15 GRX7 del Estado.
Entre jaloneos y empujones, los ruleteros metieron el mototaxi a los bajos de la arquería, para luego introducirla al Ayuntamiento.
Durante la cobertura, una conductora de mototaxi cegada por el coraje, no soportó y comenzó a propinar golpes, al grado de atentar contra el reportero de TRIBUNA, a quien le arrebató su celular.

La conductora que arrebató el celular al reportero del rotativo.

Poco antes del mediodía, ya con la presencia de inspectores del Instituto Estatal del Transporte (IET) y la Policía Municipal, levantaron el mototaxi 24 y fue enviado al corralón.
Lo anterior provocó otra trifulca ante un nulo control del orden público a cargo del mando operativo, quien igual recibió rechiflas de ruleteros como ¡Comandante vendido!, ¡Aplique la ley y el orden comandante!
Ante la pasividad y tortuguismo de los elementos de la policía y del personal del IET, los taxistas aplicaron, de nueva cuenta, la fuerza pública.
Aunque en teoría los mototaxis no pueden trabajar por la falta de concesión, además de que un juez revocó un amparo, directivos de las franjas advirtieron que tomarán medidas y volverán a exigir a la policía que aplique la ley.

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