LAS MENTIRAS DE LAYDA. Tal y como adelantamos ayer, la gobernadora regresó a la pantalla chica a sembrar odio y polarizar a la sociedad campechana. Presentó ilegales pruebas de conversaciones que carecen de veracidad. Nada de lo que presentó ayer en su programa tiene validez legal, porque o son inventadas o producto del espionaje telefónico que lleva a cabo.
Irónicamente, hace 30 años Sansores acusaba que el entonces gobernador Salomón Azar García espiaba a los campechanos. Hoy a ella es a quien se acusa de lo mismo, pero a diferencia del primero, Layda presume cada semana en su programa los frutos de su espionaje, los cuales excusa que “alguien se los hizo llegar” y que por “valor moral” los da a conocer.
Afortunadamente los campechanos no se dejan engañar. Las encuestas revelan que nueve de cada 10 considera que Sansores es una mentirosa. Además, no puede presumir que tiene valor moral quien cada semana hace revelaciones amorales.
Por cierto, ¿cómo demandar por daño moral, cuando se carece de ese valor? Nada más por ese gran detalle ya le ganó Eliseo la partida.
CONTINÚA ABUSO DEL PODER. El boletín de la Unidad de Comunicación Social confirma que tenemos un Gobierno tirano y represor, que pisotea la justicia, y lejos de disculparse por el ilegal allanamiento a la vivienda del alcalde chenero, Emilio Lara Calderón, justifica que se trató de una inspección que era parte de una investigación que la Fiscalía lleva a cabo. ¡Zúmbate ese pibinal!
Sobre la inadecuada actuación de los intimidatorios y prepotentes agentes ministeriales, tanto la gobernadora Layda Sansores como el fiscal Renato Sales se aferraron al argumento de que “se procedió conforme a protocolo”. ¿Cuál? ¿Y los daños y destrozos a la propiedad quien los repara? ¿Y el respeto al Estado de Derecho?
Si en verdad los ministeriales estaban investigando, sabían entonces quién estaba en el interior del predio, lo que confirma que se trató de persecución política. Y si no lo sabían, también, pues no había investigación que justifique el operativo. Es un abuso de poder ejecutado por Renato Sales y avalado por Layda Sansores.
¿SE CAE LA SHEINBAUM? El artículo “#ClaudiaEsCopia” de Denise Dresser, del pasado lunes 9 de enero, delinea que Claudia Sheinbaum es una copia igual o peor de López Obrador, y predice que de llegar a la Presidencia será “una mera transcripción, con errores y todo”.
Su costosa precampaña la pinta como “la reina del cash”, y su desvío de recursos para autopromocionarse dan como resultado que en el Metro “ha habido más trances letales… que durante la gestión de cualquiera de sus predecesores”. Igual que AMLO, repite cuentos de una conspiración en contra de la 4T, y con descaro declara que “las tragedias del Metro son producidas por los conservadores”.
Dresser concluye así su contundente análisis: “La crítica a Claudia deviene de doblar las reglas, descuidar las tareas que le tocan, y culpar a otros por crisis que su desatención detonó. En esto se parece al hombre que la concibió, y de quien se ha vuelto un simple ‘copy-paste’”. Será más de lo mismo, sin duda otro fracaso.
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