En las Tripas del Jaguar: 11 de septiembre de 2023

ERA BOLA CANTADA LO DE CLAUDIA. No fue ninguna sorpresa el resultado de la encuesta de Morena. Desde hace dos años se comentaba que el dedazo presidencial favorecería a Claudia Sheinbaum Pardo, a quien López Obrador arropó durante toda su precampaña y destinó cientos de millones de pesos para su promoción, pues es la candidata que le asegura el 90% de lealtad y 10% de experiencia, que siempre exigió a su equipo.

Las demás corcholatas que participaron en el circo sucesorio morenista sólo sirvieron para pulverizar la aceptación de Marcelo Ebrard, que encabezaba en ese entonces las encuestas, pero nunca fue bien visto por el tabasqueño para continuar su proyecto de “transformación”, porque acumulaba mucha experiencia, lo que puso en duda su lealtad.

Al contrario de Morena, la coalición PRI-PAN-PRD apuesta con Xóchitl Gálvez Ruiz a una candidatura de experiencia, tesón y trabajo, cuya regla de oro es “ni rateros, ni huevones, ni pendejos” —o sea, que el Seso Loco no podría trabajar con ella, porque reúne las tres características—. Falta aún por decidirse quién será el abanderado mocista, que lejos de ganar, será quien supuestamente divida el voto.

LAYDA ESTORBA A SHEINBAUM. El editorial de Verónica Malo Guzmán, “La debilidad de Claudia”, publicado el pasado sábado en El Heraldo de México, coincide con lo expresado en este espacio hace unos días, que la impresentable Layda Sansores es un enorme lastre político que enturbiará la campaña de la candidata Claudia Sheinbaum.

“La debilidad de Claudia no es una. Son muchas. Algunas de ellas son las personas que insisten en acercársele y rodearla como son dos gobernadores de la 4T: Cuitláhuac García y Layda Sansores. En lugar de ayudar a la causa de la candidata, sólo le restarán confiabilidad. Lo mismo sucederá tarde que temprano con Delfina Gómez”.

No se equivoca Malo Guzmán. Layda Sansores, además de ser una violentadora de mujeres, es la mejor referencia de saqueo y corrupción que tiene Campeche. Al 31 de diciembre habrá manejado 52 mil millones de pesos, y no hay ninguna obra que justifique ese gasto. Ese dinero desapareció de las arcas campechanas, se ignora su paradero, y la gobernadora se niega a informar. Por eso el mote de doña Corrupta le encaja perfecto.

ENTREGARÁN LA CFE QUEBRADA. Reporta el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) que en lo que va del sexenio de López Obrador, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2023, la Comisión Federal de Electricidad acumuló pérdidas por 88 mil 500 millones de pesos, su endeudamiento creció a 448 mil 500 millones de pesos —un 33.5% más que en 2018– y su deuda a proveedores aumentó un 39%. En pocas palabras, el tabasqueño entregará peores resultados, no supo ni pudo mejorarla, como prometió en campaña.

Llama la atención que el presidente López Obrador nos quiera vender espejitos anunciando que bajará las tarifas de energía eléctrica a los campechanos cuando sólo le resta un año de gobierno, y ya incumplió su promesa de trasladar las oficinas de Pemex a Campeche, para llevárselas a Tabasco —con la complicidad de Layda Sansores, que justificó que “carecía de infraestructura”—.

Es evidente que su anuncio tiene un fin electoral, pues este apoyo lo debió otorgar en la pandemia, cuando la gente carecía de dinero para pagar la luz, y no ahora que necesita votos para su corcholata. Es otra muestra de lo corrupto que resultó su Gobierno, el cual encubrió desfalcos multimillonarios, pisoteó las leyes, arruinó instituciones, evadió licitar obras y protegió descaradamente a narcos y criminales. Sin duda es el Gobierno más opaco y corrupto en la historia de México.