En un intento por refutar las preocupaciones sobre la violencia en el estado, la gobernadora de Campeche desestimó públicamente las declaraciones del obispo José Francisco González, quien advirtió sobre un incremento en la actividad delictiva. La mandataria reiteró que, durante los meses de septiembre y octubre, no se registraron homicidios relacionados con la delincuencia organizada y desafió a quienes cuestionen sus palabras a “rebatirlo en su cara”.
Pese a que ciudadanos señalan que la violencia en la entidad es cada vez más notoria. La mandataria insiste en su postura, minimizando las preocupaciones y defendiendo las estadísticas oficiales.
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