La creciente ola de violencia en Campeche, que incluye ejecuciones, detonaciones de armas de fuego y robos, ha llevado a los ciudadanos a exigir acciones concretas de la gobernadora Layda Sansores y la secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz. “Campeche era una ciudad tranquila, pero ahora vivimos con miedo”, señalan residentes que describen cómo la inseguridad ha cambiado por completo su vida cotidiana, limitando actividades y generando preocupación sobre la falta de vigilancia en colonias y espacios públicos. La ciudadanía denuncia que la falta de presencia policial y la ineficacia de las autoridades han hecho que el temor sea una constante.
Además, cuestionan el destino de los recursos asignados a la seguridad y piden programas que reduzcan los índices de asesinatos, robos y asaltos. “Se habla de un Campeche seguro, pero la realidad es otra”, expresan ciudadanos que exigen ver resultados concretos y recuperar la paz que alguna vez caracterizó al estado. Con el temor de que la situación empeore, los habitantes piden que las autoridades respondan a la altura de la crisis para evitar que la violencia siga siendo parte del día a día en Campeche.
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