Otro desacato

Como se anticipaba, a  la senecta mandataria y a su equipo de aduladores les valió un soberano cacahuate el amparo provisional concedido a los policías que se encuentran en protesta desde hace más de tres semanas, y pretenden integrar carpetas de investigación contra 21 elementos a quienes hostigan  e intimidan.

A través de la dirección de Asuntos Internos, que encabeza el foráneo Víctor Hugo Sánchez Ortiz, amante o pareja oficial de la comandanta guanajuatense, se han enviado 21 citatorios contra igual número de elementos policiacos, a quienes pretenden fincarles diversas responsabilidades.

Tratándose de personal policiaco, seguramente que los estarían acusando de motín, sabotaje, disolución social o usurpación de funciones, pues entre ellos están los tres agentes que dan la cara como voceros del movimiento, los nueve que han sido señalados como “cabecillas” y los demás elementos que han asumido algún papel protagónico en esta rebelión, sea como coordinadores de las acciones cotidianas o como comandantes de algunos sectores o grupos.

Qué curioso que esa figura jurídica de “usurpación de funciones” a que se ha referido la propia Gobernadora como uno de los delitos que les achacan, corresponda estrictamente al hecho de que ninguno de los policías sublevados ha dejado de cumplir con sus obligaciones. Es decir, se presentan diariamente al pase de lista, cumplen con sus horarios habituales y acatan las instrucciones que reciben de sus jefes provisionales, a fin de que persista el orden en las labores de vigilancia. Pareciera que el deseo de la mandataria y su bola de lambiscones es que se deje a la entidad sin vigilancia policiaca.

El método que han usado para intimidar a los 21 elementos contra quienes se procederá inicialmente a modo de “escarmiento”, es también violatorio del amparo que les fue concedido. Los policías leales a Marcela llegan en camionetas sin logotipos oficiales a los domicilios de los procesados, pegan los citatorios sin identificarse ni entablar diálogo alguno. Toman fotos de la vivienda y de quienes habitan en ella, y se retiran. Se trata de sembrar pánico y terror para doblegarlos. 

También les quitaron la coordinación con el C-5 de manera que los patrulleros que toman conocimiento de algún incidente vial, accidente o alguna otra situación correspondiente a sus labores, no pueden solicitar o refuerzos, o ambulancias o verificar los datos de las personas y vehículos implicados en esos hechos. Es decir, los dejan desarmados y casi inoperantes. ¿Por culpa de quién? De Marcela y sus secuaces.

Todos los días violan el fallo del juez federal. Todos los días incurren  en desacato, como han venido haciendo desde el día que tomaron el poder. Quienes violan las leyes son delincuentes, así que no es un exceso decir que tenemos un Gobierno de delincuentes.